‘Matrimonio para todos’ divide a los franceses

Gobierno defiende las uniones frente a la derecha en una apasionada polémica

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París. AFP. El proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual en Francia, que ya dio lugar a multitudinarias manifestaciones de partidarios y adversarios , empezó a debatirse ayer en la Asamblea Nacional en medio de un ambiente cargado de tensión.

Legalizado ya y adoptado en las costumbres de muchos países, el matrimonio homosexual sigue dando lugar a apasionadas polémicas en Francia, donde opone tajantemente a la mayoría de izquierda y a la oposición de derecha.

El matrimonio para todos “es un acto de legalidad. No se trata de un matrimonio rebajado, no se trata de una artimaña, se trata de un matrimonio con toda su carga simbólica y todas sus reglas de orden público”, declaró la ministra de Justicia, Christine Taubira, en el hemiciclo de la Cámara Baja.

En la madrugada, opositores al proyecto de ley desplegaron en los puentes de París banderolas que repiten las consignas de las manifestaciones contra el matrimonio gay: “un padre y una madre, es elemental” o “todos nacidos de un hombre y una mujer”.

Los debates en la Cámara Baja del Parlamento francés durarán dos semanas y se anuncian interminables, dado que la oposición de derecha ha presentado miles de propuestas de enmienda y varias mociones de procedimiento.

Las posiciones son conocidas y tajantes. Para la derecha, apoyada por las iglesias, un niño necesita padres de sexo diferente. Con el gobierno, la izquierda defiende la igualdad de derechos para las parejas homosexuales y sus hijos.

La derecha desplegó ya las armas que utilizará en el Parlamento: defender 5.000 enmiendas, un número excepcionalmente alto, y tres mociones de procedimiento, una de las cuales reclama un referéndum sobre el tema.

El presidente de la comisión de leyes de la Asamblea Nacional, el socialista Jean-Jacques Urvoas, declaró que espera un agotamiento de la guerrilla parlamentaria. “Ellos no tienen las tropas necesarias”, dijo sobre la derecha.