Matanza en escuela primaria enluta la Navidad en EE. UU.

27 muertos en el centro educativo; una persona hallada sin vida en otro lugar

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Newtown y Washington. AP, EFE. Un hombre armado abrió fuego ayer en una escuela primaria de Connecticut donde su madre trabajaba como profesora y mató a 26 personas, entre ellas 20 niños, al disparar a su paso por dos aulas mientras los estudiantes se encogían impotentes en el edificio.

El agresor, quien portaba dos pistolas, se suicidó y un cuerpo fue hallado en otro sitio, lo que aumentó a 28 el número de muertos, informaron las autoridades.

El ataque, que ocurrió a menos de dos semanas de Navidad, es el segundo más mortífero en una institución educativa, superado solo por la masacre del Virginia Tech que dejó 33 muertos en el 2007.

La tragedia volvió a traer al tapete el debate sobre la tenencia de armas, máxime que en Connecticut no se requiere permiso para portarlas. .

Horas después de la masacre, el presidente Barack Obama se manifestó consternado y demandó la adopción de “medidas serias”, aunque no precisó cuáles, para evitar ese tipo de matanzas.

“Como país, hemos pasado por esta situación demasiadas veces”, expresó el mandatario. “Vamos a tener que reunirnos y adoptar medidas serias que impidan más tragedias como esta...”

Un solo verdugo. El pistolero, quien fue identificado como Adam Lanza –de acuerdo con medios locales que citaron fuentes oficiales–, portaba un chaleco antibalas.

Las víctimas eran 20 niños de entre 5 y 9 años, seis adultos y el agresor , de 20 años. Previamente, medios estadounidense identificaron erróneamente al victimario como Roy Lanza, hermano de aquel.

Además, las autoridades encontraron muerta en una vivienda de Newtown a otra persona, cuya identidad no se ha confirmado. Un policía dijo que podría ser Nancy Lanza, la madre del tirador.

A sangre fría. Únicamente se registró una persona herida, por lo que se cree que el atacante, quien realizó al menos un centenar de disparos, actuó a sangre fría, con el objetivo de asesinar al mayor número posible de víctimas.

El tiroteo fue breve, pues duró apenas unos minutos, y ocurrió en un pasillo y dos aulas de la escuela, generando pánico en el centro educativo, donde estudian alrededor de 600 personas.

“Oímos muchos golpes y gritos”, recordó una niña poco antes de que sus padres se la llevaran a casa. “Un maestro me agarró y me metió en su clase”, relató de forma confusa otro pequeño, quien indicó que se oían muchos golpes.

Brendan Murray, también de nueve años, relató que estaba con sus compañeros en el gimnasio de la escuela cuando escucharon “un montón de golpes” y los profesores les ordenaron que se escondieran en un armario, donde permanecieron ocultos durante 15 minutos.

La Policía envió rápidamente un importante dispositivo a la escuela, pero el tiroteo había sido muy breve y ya no pudo hacer nada, excepto comprobar que no había más atacantes mientras trataban de sacar de forma segura a los demás alumnos.

“La Policía nos dijo que nos abrazáramos, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos. Solo los abrimos al salir del colegio”, declaró Vanessa Bajraliu, una niña de nueve años, al diario local Hartford Courant .