Masacre plantea desafío a estrategia mexicana

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México. AFP. La masacre de 72 emigrantes en México, seguida de cinco ataques con explosivos y el asesinato de un alcalde, revela el poder de los carteles de la droga y su capacidad para desestabilizar, lo que obligará al Gobierno a replantear su estrategia, creen expertos.

Desde febrero, Los Zetas luchan en el noreste de México contra sus antiguos jefes, pero también han incursionado en otras zonas del país donde mantienen violentos pulsos con al menos otras tres organizaciones mafiosas, según el último informe del Gobierno.

“Los Zetas ganaron fuerza y quieren dejar de ser sicarios y ser los dueños del negocio. Controlan otras actividades delictivas no porque necesiten dinero o hayan sido debilitados, lo hacen por su creciente poder, por control de plaza”, dice José Reveles, autor de varios libros sobre los carteles en México.

La batalla por el dominio de las rutas entre Los Zetas y el cartel del Golfo se ha concentrado este año en el estado de Tamaulipas y en su vecino Nuevo León. Esta escalada de violencia se plantea como un desafío a la ofensiva contra los carteles que lanzó en diciembre del 2006 el presidente Felipe Calderón, y que hasta ahora arroja más de 28.000 muertos, de los cuales un 80% (según la cifra oficial) era de los siete carteles que actúan en el país.