Marroquíes bloquean paso de bienes hacia enclave español

Manifestantes se quejan de agresión policial e incidentes racistas con agentes

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Madrid. AP y AFP. Decenas de manifestantes marroquíes impidieron ayer el paso de mercancías con pescado, frutas, hortalizas y otros productos perecederos al enclave fronterizo español de Melilla, como protesta por el supuesto maltrato de marroquíes por parte de policías españoles.

La medida, que desabasteció los mercados de Melilla, ocurrió un día después de que el rey Juan Carlos de España y el monarca de Marruecos Mohamed VI sostuvieran una conversación telefónica en que expresaron su deseo de evitar que malentendidos e incidentes menores dañen el buen momento de sus relaciones.

La Policía dijo que el bloqueo se inició al amanecer, cuando los activistas impidieron la entrada de camiones a Melilla, cuyo abastecimiento de productos frescos depende de Marruecos. Poco después se permitió el paso de al menos 11 vehículos con frutas y hortalizas, según Gabriel Escobar, delegado del gobierno en este municipio en la costa norafricana.

Melilla, con 70.000 habitantes, junto a Ceuta, con 80.500, son territorios españoles desde hace siglos situados en la costa norte africana; no obstante, Marruecos reclama su soberanía sobre ambos.

El objetivo de los manifestantes es reanudar el boicot el lunes y extender el bloqueo a materiales de construcción, que también circulan de un país a otro en la ciudad.

Además del flujo comercial, más de 35.000 marroquíes cruzan a diario la frontera a trabajar en suelo español o realizar sus compras.

El bloqueo podría producir el faltante de algún producto puntual y se descartan problemas graves pues la mayoría de alimentos y materiales que llegan a Melilla arriban en barcos de España.

Grupos impulsores de la protesta acusan a la Policía española de maltratar a miles de marroquíes que acceden cada día a Ceuta y Melilla. Desde mediados de julio, Marruecos ha emitido cinco comunicados denunciando supuestos incidentes racistas en la frontera protagonizados por agentes españoles.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió a investigar lo ocurrido, pero defendió a sus fuerzas de seguridad, que, dijo, actúan con la máxima corrección.

La situación de Ceuta y Melilla causa conflictos diplomáticos periódicos entre los países. El más grave en el 2002 fue cuando Marruecos ocupó el islote deshabitado de Perejil, a ocho kilómetros de Ceuta y desencadenó una respuesta militar de España.