Santiago (AFP). Un grupo de indígenas mapuches presos cumplió este jueves 60 días en huelga de hambre en Chile para exigir la derogación de la ley antiterrorista que les fue aplicada por protestar reivindicando tierras ancestrales, mientras la Iglesia se ofreció a facilitar el diálogo con el Gobierno.
La extensión de la protesta ocasionó hoy jueves la intervención de la Iglesia, mientras que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, firmó un proyecto de ley en el que hace modificaciones a la norma con la que se procesa a los indígenas en prisión, para poner fin a la huelga.
Un total de 34 presos mapuches mantienen una huelga de hambre en la que sólo consumen líquidos. De estos, 22 cumplieron 60 días bajo esta medida, mientras que los otros 12 se sumaron en el camino.
Todos ellos demandan que no se les procese por la ley antiterrorista, una norma que data de la dictadura de Augusto Pinochet, que permite el encarcelamiento de sospechosos sin límite de tiempo mientras son juzgados, y triplica las condenas que reciben en caso de que sean hallados culpables.
La etnia mapuche demanda la devolución de las tierras que pertenecieron a sus ancestros, principalmente en la región de La Araucanía (650 km al sur de Santiago), hoy en manos privadas.
El proyecto firmado por el presidente Piñera y enviado al Congreso modificando la ley antiterrorista, “tipifica mejor el delito terrorista, fortalece el debido proceso de quienes sean juzgados por esa ley, racionaliza las penas para que sean justas y no excesivas, y fortalece la capacidad de investigar estos delitos”, dijo el gobernante.
El mandatario pidió al ministro de Salud, Jaime Mañalich, para que visite los penales en donde se encuentran los comuneros en huelga con el fin de que constate su estado. Durante una visita al norte del país, Piñera dijo que lleva “en el alma” el conflicto mapuche.
Pese a esta señal enviada por el mandatario, los mapuches mantienen su medida de fuerza, a la que este jueves se sumaron cuatro legisladores exigiendo una mesa de diálogo entre Gobierno e indígenas.
Los Mapuches rechazan que la nueva norma mantenga como válidas las acusaciones de “testigos sin rostro” e incorpore la figura del “agente encubierto”, que les permita infiltrarse legalmente en las comunidades mapuche.
La prolongación de la medida de fuerza, hizo que la Iglesia se pronunciara hoy jueves y se ofreciera a mediar en el diálogo.
El presidente de la Conferencia Episcopal Chilena, Alejandro Goice pidió tomar en cuenta principalmente la demanda respecto de “la legislación antiterrorista”, y rogó a los mapuches que “depongan su huelga de hambre y al gobierno que adopte medidas legales concretas para solucionar el conflicto”.
En esa línea, el sacerdote dijo que la Iglesia puede ser facilitadora y no mediadora, pues es un rol complejo que requiere la aceptación de las partes en conflicto.