Caracas. EFE. El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció ayer la existencia de un supuesto plan para “incendiar” el país y pidió a los dirigentes de la oposición que condenen la violencia y a las autoridades que actúen contra los responsables.
“No estamos improvisando nada, tenemos información” de un plan que ya el pasado fin de semana comenzó a ejecutarse en San Cristóbal, capital del estado de Táchira (oeste), en la frontera con Colombia, lo cual “es intolerable”.
“Tenemos información de que se pretenden más actos violentos que vamos a dar a conocer poco a poco. Nosotros le hacemos un llamado a la dirigencia opositora a que, con responsabilidad, condene a los violentos”, exhortó Maduro.
Durante una sesión del Consejo Federal de Gobierno, que reúne a los gobernadores elegidos en cada uno de los 23 estados del país y a la autoridad designada por el Ejecutivo en representación del Distrito Capital, el vicepresidente pidió que la Fiscalía actué contra el dirigente opositor Leopoldo López, a quien el gobernador de Táchira, José Vielma, identificó como “aupador” del supuesto plan.
López fue alcalde de Caracas y estrecho aliado del líder opositor Henrique Capriles, gobernador de Miranda y excandidato presidencial, quien estuvo presente en la sesión del Consejo Federal.
Cruce de denuncias. El gobernador Vielma denunció incidentes protagonizados el viernes por supuestos estudiantes “infiltrados por paramilitares”.
Ese mismo día, la oposición emitió un comunicado en el que expresó su “más profundo rechazo a las agresiones” a alumnos.
El rector de la Universidad de Los Andes (ULA), Omar Pérez, aseguró que “aproximadamente 11 estudiantes” fueron heridos por balas de perdigones disparadas por la Guardia Nacional (GNB, policía militarizada) que ese día “violó el espacio universitario”.
El gobernador de Táchira detalló ante Maduro y sus colegas que los infiltrados en la protesta estudiantil portaban armamento de grueso calibre, entre ellos “morteros tipo lanzacohetes”, y que formaban parte de “un equipo coordinado” por dirigentes opositores regionales y algunos profesores..
López, añadió el vicepresidente, es una persona “que anda enloquecida” y contra quien “deben actuar la Fiscalía y los tribunales”.
“No lo vamos a permitir, sea quien sea (...), lo apoye la embajada gringa o no lo apoye nadie, así que prepárense”, remarcó Maduro después de pedir a la fuerza pública tener “mucho cuidado con las provocaciones”.
La oposición ha dicho que protestará pacíficamente contra la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que avaló la posibilidad de que Chávez, enfermo en Cuba desde hace más de un mes, pueda asumir la presidencia cuando se recupere y que el Gobierno siga encabezado por Maduro pese a terminar su mandato el 10 de enero.
Portavoces opositores han señalado que convocarán asambleas para comentar la sentencia del Supremo y han anunciado una marcha para el 23 de enero, cuando también el chavismo marchará.