‘Madame Claude’, la proxeneta creadora del ‘vicio bonito’

Proxeneta creadora del ‘vicio bonito’

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Niza. AFP Madame Claude, cuyo verdadero nombre era Fernande Grudet, célebre patrona de una red francesa de prostitución de lujo en los años 1960–1970, falleció el sábado a los 92 años.

Esta proxeneta con aires de gran burguesa, reinó durante unos 20 años sobre una red de 500 chicas y un puñado de chicos que brindaban una noche de sexo por entre 10.000 y 15.000 francos (1.500 a 2.300 euros), dejándole una comisión del 30%.

¿Su credo? Brindar “el vicio bonito” con chicas que no tienen aspecto de prostitutas a clientes de las más altas esferas: políticos y jefes de Estado franceses y extranjeros, como el sha de Irán o John F. Kennedy, celebridades del cine, y hombres de negocios como el patrón de Fiat Giovanni Agnelli.

En su autobiografía aseguró haber sido deportada al campo de concentración nazi de Ravensbrück, Alemania.

Madre soltera durante la ocupación de Francia por los nazis a principios de los años 1940, sin estudios ni dinero, tras la Liberación, Fernande Grudet se traslada a París y se prostituye cerca de la Ópera, para convertirse en proxeneta en 1957.

Los burdeles fueron oficialmente clausurados en 1946 en París, y Grudet se transformó en Madame Claude, solo con un teléfono y dos agendas.

La primera contenía el nombre y el número de teléfono de chicas captadas en centros nocturnos de moda o en las terrazas de los cafés, a las que acogió bajo su ala. En la segunda figuraban los nombres de sus selectos clientes, sus preferencias sexuales y otros fantasmas.

La llegada a la Presidencia de Valéry Giscard d’Estaing, representó una fuerte lucha contra el proxenetismo.

Grudet fue condenada y encarcelada varias veces, hasta los años 1990, después de haber creado una nueva red.