Lucha por liderazgo de derecha francesa sigue viva

Ex primer ministro François Fillon impugna resultados y se proclamaba vencedor de la contienda interna

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

París. (AFP). La batalla por el liderazgo de la derecha francesa, que pareció zanjarse el lunes con la proclamación de Jean-François Copé como presidente del partido UMP, volvió a reavivarse este miércoles con la impugnación de los resultados por parte del ex primer ministro François Fillon, quien a su vez se proclama vencedor.

Fillon y el exministro y secretario general del partido Jean-François Copé disputaron el domingo la elección interna por la presidencia de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), cargo dejado vacante por el ex jefe de Estado Nicolas Sarkozy.

Tras un escrutinio caótico y 24 horas de incertidumbre, durante las cuales los dos candidatos reivindicaron sucesivamente la victoria, Copé fue proclamado el lunes por la noche presidente de la UMP por sólo 98 votos de ventaja (50,03%).

François Fillon, que afirmó entonces que no impugnaría la victoria de su adversario, aunque denunció una "fractura moral y política" en el partido, reanudó el miércoles una guerra fratricida que podría dar el golpe de gracia a un partido dividido y sin líder, tras haber perdido el poder en mayo pasado con la derrota de Nicolas Sarkozy por el socialista François Hollande.

Tres diputados partidarios de Fillon sostuvieron que los votos de tres federaciones de departamentos franceses de ultramar (Nueva Caledonia, Mayotte y Wallis y Futuna), no fueron tenidos en cuenta en el recuento y que su integración hace que el vencedor sea Fillon .

En una declaración solemne hecha en una sala de la Asamblea Nacional, el diputado Eric Ciotti, director de campaña de Fillon , acompañado por Valérie Pécresse y Laurent Wauquiez, otros dos diputados partidarios del ex primer ministro, reclamó a la comisión electoral interna del partido que invierta el resultado de los comicios.

Jean-François Copé respondió inmediatamente que rechaza tal reclamo y llamó a la "unión".

"Hay resultados proclamados por la comisión electoral y hete aquí que salen de ninguna parte nuevas acusaciones", "hay una comisión de recursos, iremos a la comisión de recursos si hace falta", dijo Copé.

El presidente de la comisión interna, Philippe Gélard, declaró, por su parte que no le es posible cambiar los resultados, pero indicó que "toda impugnación debe ser dirigida ahora a la comisión de recursos".

Afirmando que reclama "simplemente la verdad", Fillon dijo que no utilizaría la "vía jurídica para zanjar los litigios".

á

á

Al mismo tiempo, constatando que el "partido está en un callejón sin salida", Fillon pidió al ex ministro de Relaciones Exteriores Alain Juppé, una de las pocas personalidades de la derecha que no tomaron partido por ninguno de los dos candidatos, que asumiera de manera interina la dirección de la UMP.

Juppé, que el lunes había llamado a Fillon y a Copé a cesar la confrontación, estimando que estaba en juego incluso "la existencia de la UMP", declaró el miércoles que "necesita reflexionar" antes de responder a la propuesta de Fillon .

Tras los comicios, toda la prensa francesa había recalcado "el espectáculo lamentablemente" de un "partido hecho migas", y se preguntó si éste podría evitar el rompimiento.

La división de la UMP va más allá del enfrentamiento personal entre Fillon y Copé, rivales potenciales para la próxima elección presidencial francesa, prevista en 2017.

En la estela de la campaña por la presidencia de Nicolas Sarkozy, Jean-François Copé reivindica una "derecha sin complejos" y recurrió en su campaña a temas y expresiones tradicionales de la extrema derecha.

François Fillon , que fue durante cinco años el primer ministro de Sarkozy, se presentaba como el "hombre de la unión" y durante la campaña criticó los "giros derechistas" de su adversario, apuntando a un electorado más moderado.