Los partidarios de Mursi intensifican las protestas en Egipto para abortar desalojo

Los Hermanos Musulmanes reclaman la liberación de Mohamed Mursi y de los principales dirigentes de la cofradía detenidos desde el 3 de julio

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El Cairo

Los partidarios del depuesto presidente islamista Mohamed Mursi reforzaban sus barricadas en las dos plazas que ocupan desde hace un mes en El Cairo, después de que la policía amenazara con dispersarlos en cualquier momento.

La comunidad internacional, que intentó en varias ocasiones mediar en el conflicto, teme una masacre. En un mes, más de 250 personas han muerto -esencialmente partidarios de Mursi- en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad o con los opositores al presidente derrocado.

Haciendo caso omiso de las advertencias del nuevo gobierno, cientos de manifestantes marcharon en el centro de El Cairo, ondeando banderas egipcias y retratos del primer presidente del país elegido democráticamente.

El domingo por la noche, al término de la tregua establecida hasta el final de las celebraciones del ramadán, la policía anunció una operación inminente, pero "gradual", para evacuar las plazas, que podría durar "dos o tres días".

Las autoridades intentan convencer a algunos manifestantes -atrincherados con mujeres y niños- de evacuar pacíficamente las plazas antes de lanzar un ataque contra los más determinados.

El gobierno interino debe simultáneamente hacer frente a la presión popular que exige la dispersión rápida de los partidarios de Mursi y a los llamamientos internacionales a la moderación, explicó H.A. Hellyer, investigador del Brookings Institute.

Según él, las autoridades "van a proceder con cuidado" ya que "temen una condena internacional".

En la plaza Rabaa al Adawiya, el bastión de los manifestantes pro Mursi , decenas de hombres con cascos y armados con palos pusieron en pie barricadas de ladrillos y bolsas de arena que bloquean los principales accesos a la plaza.

En una tribuna, sus líderes se turnaron incansablemente para exigir el retorno de Mursi y el fin del "golpe de Estado".

Algunos marchan al paso, con sus palos en la espalda, bajo el mando de un líder, antes de iniciar una serie de ejercicios físicos.

"Tendremos mártires. Pagaremos un precio alto, pero la victoria nos estará esperando al final del camino", declaró uno de ellos.

Durante la noche en la plaza Rabaa, Farid Ismail, un responsable de los Hermanos Musulmanes, llamó a ocupar "todas las plazas del país" este lunes y a "mandar un mensaje a los líderes del golpe de Estado: el pueblo egipcio continuará con su revolución".

Luego, los manifestantes abuchearon al general Abdel Fatah al Sisi, jefe de las Fuerzas Armadas, y quien anunció la destitución y arresto del presidente islamista.

Los Hermanos Musulmanes reclaman la liberación de Mursi y de los principales dirigentes de la cofradía detenidos desde el 3 de julio, así como la restauración del presidente y de la constitución suspendida por los militares.

Los detractores de Mursi le reprochan haber copado todo el poder en favor de su movimiento, los Hermanos Musulmanes, y de haber acabado de arruinar una economía que ya tenía muchas dificultades.