Los medios de comunicación: víctimas del conflicto tailandés

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San José (Redacción). Más de dos meses de conflicto armado han dejado una estela de 83 personas muertas y 1900 heridos en Tailandia. Entre las victimas hay un buen numero de periodistas que cubrían los acontecimientos. La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunció que los medios de comunicación han sido un blanco para ambos bandos.

Por un lado la censura de las autoridades y por otro los ataques y agresiones por parte del ejército y manifestantes. “La legislación internacional determina claramente que los periodistas no pueden ser objetivos militares”, aseguraba en un comunicado RSF.

Prueba de ello fue el incedio de la televisión Channel 3, con un centenar de personas en su interior que tuvieron que ser evacuadas por helicóptero, apuntó el diario The Guardian.

Entre las agresiones destaca la muerte del fotógrafo italiano Fabio Polenghi, víctima de bala en una operación militar del gobierno tailandés para la toma el control de la zona ocupada por los “camisas rojas”. El 10 de abril otro periodista falleció, el camarógrafo de la agencia Reuters, el japonés Hiro Muramoto. El reportero de Internacional Herald Tribune, Thomas Fuller, puedo escapar de la bala de un francotirador que terminó con la vida de uno de los comandantes de los manifestantes rebeldes.

Siguiendo esta línea de ataques, el 14 de mayo tres periodistas fueron agredidos en sus piernas por disparos; el reportero Nelson Rand de France 24 TV, Subin Namchan del periódico tailandés Matichon, y el camarógrafo de la televisión Supawat Wanchantha, de Thai Voice.

“El ejército dispara contra todo lo que se mueve y no pregunta si uno es reportero antes de disparar”, dijo el corresponsal holandés Michael Mass, atacado el mismo día en el que murió el reportero italiano.

El canadiense Chandler Vandergrift, fue agredido por una granada el 19 de mayo y fue trasladado herido de gravedad a un hospital de Bangkok. Dos diarios de habla inglesa The Bangkok Post y The Nation enviaron a sus hogares a sus empleados a tenor de los acontecimientos. “Ninguna de las partes implicadas buscó dar medios a los periodistas para que ejerzan su profesión sin tener miedo a morir a resultar heridos”, señaló el coordinador del Comité para la Portección de Periodistas (CPJ) del área de Asia.

Por otro lado el gobierno tailandés intentó controlar los fujos comunicativos de Internet y satélite. Facebook y Twitter fueron bloqueados en una de las jornadas durante una hora. Debido al acordonamiento de partes de la ciudad, Internet es una de las vías de comunicación más efectiva. Las autoridades justificaron esta medida como un freno de información que consideran propaganda de los “camisas rojas”. Estos, por su parte, atacan medios porque consideran que trasmiten información surtida por el gobierno.

“Los ataques contra la prensa privan a los tailandeses de la información, las noticias y comentarios que necesitan para comprender y avanzar en estos días peligrosos”, indicó la Alianza de Prensa del Sureste Asiático (SEAPA).

Por el momento el conflicto sigue en pie, las calles de Bangkok sufrieron incendios durante la semana y el gobierno ha decretado toque de queda en la ciudad para después de las 8 p.m.