El Cairo. EFE. El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, admitió ayer que la violencia en Siria persiste pese a la presencia de la misión de observadores árabes, y anunció que estos presentarán esta semana un informe sobre la situación en el país.
Al Arabi afirmó que se prevé que el jefe de la misión, el general sudanés Mohamed al Dabi, llegue a El Cairo a presentar allí un informe sobre el trabajo de este grupo.
Según Al Arabi, la misión ha logrado la liberación de 3.484 detenidos por el Gobierno sirio, que saldrán de los centros de reclusión en cuatro grupos, y la retirada de los tanques del Ejército de las ciudades y de los barrios residenciales.
Sin embargo, el secretario general de la Liga condenó la presencia de francotiradores en los tejados de los edificios y la continuación de los “asesinatos”.
“ Por supuesto, hay asesinatos, y matar a cualquier ciudadano es algo que rechazamos, la misión está para la protección de los ciudadanos indefensos. La muerte de una sola persona significa que la misión no se ha cumplido ” , señaló.
Ante esta situación, Al Arabi calificó el trabajo de los observadores árabes, unos 70 en seis ciudades, como “muy difícil”.
Por lo tanto, insistió en que los observadores necesitan ayuda de la oposición siria para obtener datos de lo que ocurre en las ciudades y sobre los detenidos por el régimen del presidente Bachar al Asad.
La misión pretende verificar el cumplimiento del plan árabe que estipula el cese de la violencia, liberación de detenidos y el repliegue militar, entre otros.
Sin embargo, en el terreno, la situación es crítica: al menos 20 personas murieron ayer por la acción represora del régimen; la mayoría de ellas en la ciudad de Homs.