Atenas. AFP y AP. Las esperanzas de que Grecia pueda poner fin a su estancamiento poselectoral y cuente con un gobierno de coalición sin tener que convocar a nuevas elecciones, está en manos del dirigente del partido socialista de Grecia, Evangelos Venizelos.
El líder del Pasok, quien fue artífice del plan de austeridad rechazado por más de la mitad de los griegos, fue designado ayer por el presidente de Grecia, Carolos Papulias, para lograr la “unidad nacional” proeuropea.
Su desafío será superar los dos fracasos sucesivos del líder conservador de la Nueva Democracia, Andonis Samarás, y el máximo dirigente de la izquierda radical Syriza, Alexis Tsipras.
Si el jefe del Pasok falla, Papulias tendrá que reunir a los jefes de los partidos en la última oportunidad de tratar de dotar al país de un gobierno “de unidad nacional”.
El triunfo de Venizelos no parece lo más seguro. “No soy optimista, las cosas no son fáciles”, admitió después de recibir el mandato del presidente.
Sin embargo, este viejo zorro de la política no descarta llegar a sus fines porque el “pueblo quiere estabilidad, la permanencia en el euro y evitar nuevas elecciones”.
Unas nuevas elecciones retrasarían los compromisos de Grecia de adoptar nuevas medidas de austeridad y reformas drásticas, sin las cuales los acreedores dejarán de aportar ayuda financiera de emergencia al país.
Una esperanza. A pesar de que la coalición parece un escenario lejano, el líder socialista dijo que el encuentro de ayer con un legislador del partido de Izquierda Democrática (19 diputados), tuvo resultados positivos.
Venizelos, cuyo partido quedó tercero en los comicios del domingo, dijo que él y el líder del pequeño partido, Fotis Kouvelis, coinciden en sus opiniones.
“La propuesta de la Izquierda Democrática es casi idéntica a nuestro punto de vista. La primera reunión de mi encargo de formar un Gobierno es un buen augurio”, dijo el socialista.
El izquierdista Kouvelis desea una coalición amplia para mantener a Grecia en la zona del euro e iniciar un abandono gradual del programa de austeridad con un mandato hasta mediados de 2014.
“Izquierda Democrática no exige ministerios, le basta la satisfacción de haber contribuido a la formación de un Gobierno que respete el veredicto de las urnas”, afirmó Kouvelis.