Kabul. AFP. El presidente afgano, Hamid Karzai, pidió ayer a las fuerzas de la OTAN que “dejen de matar a civiles” y estimó insuficientes las disculpas presentadas por su comandante en jefe tras la muerte de nueve niños en un nuevo error militar que provocó la ira de la población afgana.
Unas 500 personas se manifestaron ayer en el centro de Kabul para denunciar las recientes víctimas civiles de las operaciones militares de la OTAN; entre ellas, los niños muertos el martes al este del país.
“En nombre del pueblo afgano, quiero que dejen de matar a civiles”, declaró el presidente Karzai al general estadounidense David Petraeus en un consejo de ministros al que asistió el comandante de las Fuerzas Internacionales de Seguridad de la OTAN en Afganistán (ISAF, por sus siglas en inglés).
“Las disculpas del general Petraeus no son suficientes”, advirtió, y subrayó que “las víctimas civiles son la principal causa del deterioro de las relaciones entre Afganistán y Estados Unidos. La población está harta de estos incidentes, y ni las disculpas ni las condenas alivian el dolor” de las familias de las víctimas, añadió.
Las ISAF están acusadas de haber matado a numerosos civiles, en dos ocasiones en la provincia de Kunar (al este), feudo talibán ubicado en la frontera con Pakistán, lo que reactivó una recurrente polémica entre Kabul y su aliado. Según testigos afganos, las ISAF mataron el martes a nueve niños que recogían leña. Días antes, fueron acusadas de matar a 65 civiles. Karzai denunció estos dos incidentes y exhortó a la OTAN a poner fin a estos “asesinatos”, que, según él, colocan a la población del lado de la rebelión liderada por los talibanes.
La muerte de los nueve niños adquirió tal magnitud que el presidente estadounidense Barack Obama manifestó a Karzai su “profundo pesar”. La víspera, el general Petraeus ya se había disculpado por esta “tragedia”, cuya responsabilidad asumió.
Según las ISAF –que encargó una investigación–, las víctimas fueron muertas debido al error de un helicóptero de combate llamado como refuerzo después de que rebeldes atacaran una base militar estadounidense.
En Kabul, los manifestantes se congregaron en el centro de la ciudad gritando “muerte a Estados Unidos, muerte al invasor”, o “muerte al gobierno del presidente Karzai”, quien llegó al poder a fines del 2001 con el apoyo de Estados Unidos y de sus aliados.
“Ocupación>asesinatos+destrucción”, se podía leer en una pancarta que portaba una mujer con velo, entre otras numerosas consignas contra Estados Unidos.