Roma. EFE y AFP. Los guardacostas italianos encontraron ayer a 25 inmigrantes muertos en un barco donde iban otras 271 personas ilegales y que fue rescatado de madrugada frente a las costas de la isla siciliana de Lampedusa.
El rescate ocurrió después de que en ese servicio de vigilancia italiano se recibiese una llamada de socorro, la cual se hizo desde la nave y en la que no se comunicó la muerte de algún tripulante.
La embarcación de 15 metros de eslora, y que había zarpado desde Libia hacía dos días, fue acompañada hasta el puerto de Lampedusa, pero durante la travesía se rompió el motor y los inmigrantes tuvieron que ser trasladados a lanchas de los militares.
Mientras se realizaban las labores de traslado de las 271 personas, entre ellas 36 mujeres y 21 niños que iban hacinadas en la barcaza, se hallaron los cadáveres en la sala de máquinas; según informaron ayer fuentes de los guardacostas.
Los fallecidos son todos hombres y los médicos encargados de la investigación creen que estos fueron los primeros inmigrantes que embarcaron y decidieron irse a la sala de máquinas; a la que se accedía por una estrecha escotilla. Su impresión es que los gases que emanaba el motor los asfixiaron.
La fiscalía de Agrigento (Sicilia) abrió una investigación para esclarecer las causas de las muertes y se ha dispuesto que se haga la autopsia a los cadáveres.
El resto de los inmigrantes, que se encuentran en buen estado de salud, fueron llevados al centro de acogida de la isla, donde fueron interrogados para conocer más detalles de la travesía.
Los supervivientes, de Somalia, Nigeria y Ghana, están “muy afectados e impresionados por lo que ocurrió”, contó Tarek Brhane, de la organización Save The Children, quien asiste a refugiados que huyen de Libia y otros conflictos en sus países.