Jerusalén. EFE. Israel luchaba ayer con desigual éxito por contener con ayuda internacional el mayor incendio de su historia, en el que han muerto 41 personas y que carecía de medios para controlar en solitario, como reconoció el primer ministro Benjamín Netanyahu.
“Nuestros medios de extinción de incendios no pueden aportar una respuesta a fuegos forestales de esta magnitud, especialmente con los vientos actuales”, dijo Netanyahu en una reunión de su gabinete convocada de urgencia en el Ministerio de Defensa, en Tel Aviv.
Desde primera hora de la mañana aterrizaban en Israel aviones y helicópteros contra incendios, vehículos de bomberos y unos 150 bomberos extranjeros, enviados por Grecia, Chipre, Gran Bretaña y Turquía, informó el Ejército.
El Gobierno palestino envió varios camiones apagafuegos a la zona y se espera, además, la llegada de la cooperación de Egipto, Jordania, Francia, Croacia, Rusia, Estados Unidos, Rumanía y España.
Los enviados de los medios israelíes coincidían ayer por la mañana en que los primeros aviones extranjeros contra incendios mejoraron la batalla contra el fuego, pero los vientos fuertes y la imposibilidad de los equipos aéreos israelíes de operar de noche borraron el optimismo inicial.
“No podemos decir que el fuego esté bajo control. No ha acabado y todavía ahora hay lugares donde no hemos lidiado con el fuego. Quizás podamos decirlo mañana por la tarde” , aseguró el jefe de la Policía, Dudi Cohen, en rueda de prensa.
Las llamas se fueron acercando ayer a la tercera mayor ciudad del país, Haifa, y se aproximan ahora a la universidad de la ciudad, a su barrio más meridional, Denia, y a la reserva natural Hai-Bar, que han sido evacuados.
El fuego arrasó ya un kibutz, 2.000 hectáreas en el norte del país y obligó a evacuar de sus hogares a 17.000 israelíes.
La tragedia puso al descubierto la falta de medios humanos y materiales del país para un reto de estas características, algo de lo que venían alertando repetidamente desde hace años comités de investigación, el controlador del Estado y el departamento contra incendios.
Sirva como ejemplo que la flota israelí de aviones apagafuegos apenas puede transportar pequeñas cantidades de agua, carecen de las luces para volar de noche y no están en alerta constante porque pertenecen a una empresa privada.
El titular de Interior, Eli Yishai, anunció una investigación oficial sobre los “fallos en la preparación de Israel contra los incendios”.