Israel mantiene detenidos a un centenar de civiles de flota humanitaria

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Jerusalén (AFP). Israel mantiene detenidos en el día de hoy a un centenar de civiles de la flotilla humanitaria. Un día después del sangriento episodio, del ataque a una flotilla con ayuda para la zona de Gaza. El ataque suscitó indignación internacional y llevó a la ONU a exigir una investigación.

Murieron nueve pasajeros de la flotilla en el asalto de ayer, cuatro de ellos turcos. Esto provocó además una grave crisis con Turquía, hasta hace poco aliado estratégico de Israel en la región. El gobierno turco denunció que fue una "masacre sangrienta" que debiera ser castigada.

Los organizadores de la flotilla humanitaria anunciaron que seguirán enviando barcos con ayuda para Gaza, pero Israel reiteró que impedirá a cualquier navío quebrar el bloqueo impuesto al enclave palestino desde 2007.

"No permitiremos a los barcos llegar a Gaza y abastecer lo que se ha convertido en una base terrorista que amenaza el corazón de Israel", declaró el martes el viceministro de la Defensa israelí, Matan Vilnai.

En reacción al ataque israelí, el presidente egipcio ordenó reabrir el paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto para aliviar las consecuencias del bloqueo israelí.

El aislamiento diplomático de Israel seguía incrementándose hoy, ya que a las condenas del ataque se sumaron los pedidos de liberación inmediata de los detenidos y las exhortaciones a poner fin al bloqueo de Gaza.

"Pido la liberación inmediata de los civiles y de los barcos detenidos en Israel", declaró el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exhortó nuevamente a Israel a levantar el bloqueo de la Franja de Gaza.

"Si los israelíes hubieran tomado en cuenta mi llamado y el de la comunidad internacional a levantar el bloqueo de Gaza, este trágico incidente no se habría producido", declaró Ban Ki-moon en Kampala.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que tuvo que acortar una visita a Canadá y renunciar a un encuentro con el presidente estadounidense, Barack Obama, era esperado en Israel para contener una crisis diplomática de gran envergadura.

Al mismo tiempo, la policía elevó su nivel de alerta para hacer frente a eventuales "disturbios" en las ciudades árabes israelíes, tras el llamado de la mayor organización de la comunidad árabe-israelí a una jornada de huelga y manifestaciones.

También se espera una reunión extraordinaria de la Liga Árabe en El Cairo.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrará igualmente otro encuentro en Ginebra.

Los acontecimientos se desencadenaron el lunes al alba cuando comandos de la marina israelí lanzaron en aguas internacionales un asalto a una flotilla de seis barcos, que llevaba a centenares de activistas propalestinos y toneladas de ayuda para Gaza.

Según el ejército del Estado hebreo, nueve pasajeros murieron y siete soldados resultaron heridos a bordo del ferry turco "Mavi Marmara", el mayor de los seis barcos.

Tras la masiva ola de críticas internacionales contra Israel, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió una investigación imparcial de lo sucedido y exigió la liberación inmediata de los civiles detenidos.

Israel, que ya había advertido que no permitiría que se violara el bloqueo, acusó a los militantes propalestinos de haber "desencadenado la violencia", al atacar a los soldados con cuchillos y barras de hierro.

Los organizadores del convoy aseguraron que los comandos abrieron fuego de forma injustificada.

Tras el asalto, los seis navíos fueron llevados bajo escolta al puerto de Ashdod (sur de Israel). 45 de los 686 pasajeros detenidos estaban en "vías" de ser expulsados del país.

Entre los civiles en la cárcel de “Ela" en la ciudad israelí de Beershevase se encuentran identificados tres españoles y una brasileña. La española, Laura Arau, uno de los tres españoles a bordo de la "Flotilla de la Libertad" firmó hoy la orden de deportación de Israel. Sus otros dos compañeros tendrán que esperar al miércoles. Uno de ellos, David Segarra, es un colaborador del canal multinacional Telesur, que ya había reclamado hoy la liberación "inmediata" de Segarra.

La activista brasileña es Lara Lee, también integrante de esta flota y que se encuentra en la misma prisión que los españoles. Unos 40 británicos también podrían estar también detenidos como apuntó el Ministro de Relaciones Exteriores británico. Las órdenes de deportación voluntaria, han sido entregada primeramente a las mujeres.

La brasileña Lara Lee envío un comunicado en el que expuso su pretensión de no firmar el documento de deportación porque como condición de su liberación tiene que declarar haber ingresado ilegalmente a Israel, lo que la brasileña no consideró así ya que apuntó que el ataque se produjo en aguas internacionales.

Por su parte la Federación Internacional de Periodistas (FIP) pidió la liberación de todos los periodistas e informadores retenidos. Estiman que de los más de 600 encarcelados, 100 serían periodistas.

En otro vértice de la crisis, la prensa hebrea fustigaba el "fiasco" israelí. "En estos tiempos difíciles, no tenemos al primer ministro, ni al ministro de Relaciones Exteriores, ni al gobierno, compuesto en su mayoría por lamentables e inútiles ministros, que Israel necesita", fulminaba el diario centrista Maariv.