Tribu filipina sobrevive bajo el agua hasta por 13 minutos gracias a su evolución

La tribu Bajau de las Filipinas transformó su estilo de vida, por lo que desarrolló la habilidad de sumergirse hasta por 13 minutos bajo el mar

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Inmersos en los enigmas del océano, la comunidad Bajau, de Filipinas, atrajo la atención global por su impresionante destreza para sumergirse en las profundidades marinas durante extensos lapsos. Dotados de la capacidad de permanecer hasta 13 minutos bajo el agua, estos ‘nómadas del mar’ cultivaron una relación singular con el océano que resistió la embestida del tiempo y la modernidad.

Los Bajau constituyen una población indígena que reside principalmente en el sudeste asiático y, a lo largo de los años, forjó una conexión profunda e interdependiente con el océano. Por generaciones, esta tribu ajustó su modo de vida para adaptarse a la vida marina, basando su existencia en la pesca y la recolección de mariscos para sustentar su alimentación diaria y su subsistencia.

Considerados como “los últimos nómadas marinos que subsisten en la actualidad”, la comunidad estableció su morada junto al mar en la región meridional de Filipinas, desplazándose por una franja del océano que abarca Malasia, Filipinas e Indonesia.

Un estudio efectuado en 2018 y divulgado en la revista Cell señaló que los integrantes de esta comunidad experimentaron mutaciones y transformaciones genéticas en su ADN, desarrollando bártulos más grandes que otorgan una “ventaja genética”, facilitando así la inmersión en las profundidades.

Mutación genética del bazo

Aunque el bazo no ostenta la categoría de órgano vital, su correcto funcionamiento contribuye al mantenimiento de la salud del sistema inmunológico y a la producción adecuada de glóbulos rojos, según sugiere la Clínica Mayo.

Melissa Llardo, autora del estudio y miembro del Centro de Geogenética de la Universidad de Copenhague en Dinamarca, deseaba confirmar si el bazo en humanos operaba de manera análoga al de las focas marinas. Durante una visita a Tailandia, conoció acerca de “los nómadas del mar” y quedó sorprendida por sus habilidades acuáticas.

“Primero quería conocer la comunidad, no solo aparecer con instrumental científico y desaparecer (...) En la segunda visita, llevé una máquina de ultrasonidos portátil y material para la recolección de saliva. Fuimos a varias casas y sacamos imágenes de sus bazos”, manifestó la experta.

La investigadora también recabó datos de un grupo emparentado con la tribu, denominado Saluan, residente en la isla principal de Indonesia. Al cotejar ambas muestras, su equipo evidenció que el tamaño promedio del bazo de un Bajau era un 50 por ciento superior al mismo órgano en un individuo Saluan.

”Si ocurre algo a nivel genético, debería haber un bazo de un tamaño determinado. Aquí observamos esta gigantesca diferencia”, comentó Melissa Llardo.

Asimismo, los científicos constataron que los miembros de la tribu Bajau desarrollaron un gen denominado PDE10A, el cual se presume que controla una hormona tiroidea específica en los Bajau, pero no en los Saluan.

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