Moscú. Rusia reportó este viernes un total de 32.008 casos de COVID-19, 4.070 de ellos detectados en las últimas 24 horas, un nuevo récord que llevó al presidente Vladimir Putin a advertir de que la situación conlleva “riesgos muy elevados”.
Cerca de la mitad de los nuevos enfermos registrados el viernes están en la capital rusa (1.959). En total han muerto 273 personas, 41 de ellas en las últimas 24 horas.
“Los riesgos de propagación de la epidemia siguen siendo muy elevados no solamente en Moscú}, sino en las otras regiones rusas”, alertó Putin, en una videoconferencia con los gobernadores de varias regiones.
Añadió que todas las regiones deberán prepararse para la pandemia, aunque muchos gobernadores han indicado que no tienen material ni personal cualificado.
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Vladimir Sipiaguin, gobernador de la región de Vladimir, cerca de Moscú, indicó -por ejemplo- que su territorio de 1,36 millones de habitantes solo dispone de 71 respiradores artificiales y la mitad de especialistas en reanimación necesarios.
Como respuesta, Putin les dijo que los gobernadores están ahí “para superar los desafíos”.
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Por su parte, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, anunció el viernes el fin de la construcción de un hospital en las afueras de la capital con capacidad para 500 pacientes, levantado en pocas semanas, al estilo de los que construyó China en la ciudad donde se originó la pandemia, Wuhan.
El hospital está listo para recibir sus primeros pacientes el lunes.
Rusia ha efectuado más de 1,7 millones de tests de coronavirus, pero las autoridades reconocen que hasta hace poco han sido poco fiables.