Un revolucionario prototipo de molino para generación de energía aprovechando el viento (energía eólica) sin la utilización de aspas es desarrollado por la empresa española Vortex Bladeless. Según sus gestores, entre sus ventajas destaca la reducción de costos de instalación y mantenimiento, así como la mortalidad de aves por colisión con las palas de los aerogeneradores.
Estos molinos asemejan la forma de un bate de béisbol. Se espera que el primer dispositivo de este tipo esté disponible en el mercado en dos años, con aproximadamente 12 metros de altura y una capacidad de alrededor de cuatro kilovatios.
Si bien sus impulsores los destacan como la revolución del futuro para producir energía, en Costa Rica los especialistas que ya conocen la propuesta mantienen sus reservas sobre la efectividad que pueda tener este proyecto.
"Por ahora los Vortex son una nueva opción de aerogeneradores pequeños para aplicaciones residenciales o en fincas. En ese nicho de mercado deben competir con generadores de eje vertical (como los del tipo Kliux) y con pequeños aerogeneradores de eje horizontal (versiones muy pequeñas de los convencionales)", comentó Adrián Bellavita, de la empresa Enel Green Power.
Menos costos
David Suriol, uno de los fundadores y responsable de negocio de Vortex Bladeless, comentó que si bien es cierto se genera menos potencia que un molino eólico convencional, su instalación implica menos costos.
"Esto es así porque se reduce la materia prima utilizada, así como la huella de carbono en la fabricación, instalación y mantenimiento. Además, tienen otras ventajas: la ausencia de ruido y, claro, la disminución de los accidentes de los pájaros", añadió.
Suriol indicó que estos molinos aprovechan los efectos físicos de los vórtices de von Kármán: remolinos que se producen al colocar una estructura frente a un viento constante y generan una oscilación similar al ondeo de una bandera.
"Arquitectos e ingenieros tratan de evitar estos vórtices porque entienden que pueden hacer caer la estructura, pero nosotros vimos que ahí hay mucha energía y queremos aprovecharla", aseguró el empresario.
Bellavita, por su parte, destacó que la ventaja de estos equipos, hasta ahora, no está asociada a su eficiencia o a la cantidad de energía que son capaces de producir, sino a su bajo impacto visual, al poco daño que provocan en las aves y a su "supuesto" bajo costo de mantenimiento por tener pocas partes móviles.
"Considero que estamos aún bastante lejos –pero tampoco creo que sea imposible– de que esta tecnología se convierta en una alternativa real para los aerogeneradores convencionales de gran escala", concluyó Bellavita.