Recientemente, Japón fue testigo de intensas nevadas que perturbaron el sistema de transporte y ocasionaron interrupciones en el suministro eléctrico en varias áreas. Sin embargo, la escena más angustiante fue protagonizada por un conjunto de orcas atrapadas entre los bloques de hielo frente a la costa de la isla de Hokkaido, al norte del país, suscitando una notable inquietud entre los ambientalistas.
Las imágenes de las orcas congregadas en una estrecha abertura, asomando sus cabezas en busca de aire entre los hielos que llegaron del norte el 6 de febrero, fueron avistadas inicialmente por un pescador local, quien alertó de inmediato a las autoridades de la localidad Rausu. En ese instante, se divisaron trece ejemplares moviéndose a aproximadamente un kilómetro de la costa.
Los conservacionistas, al recibir el reporte, procedieron a verificar el número exacto de orcas mediante imágenes captadas por un dron, las cuales fueron difundidas por el canal estatal NHK y se difundieron rápidamente en las redes sociales, suscitando gran preocupación por el estado de los animales.
Ante esta situación, un grupo de conservacionistas solicitó la intervención del Ministerio de Defensa para desplegar un rompehielos y colaborar en el rescate. Sin embargo, la complejidad de estas operaciones radica en el espesor de los bloques de hielo, que impide el acceso cercano de la guardia costera.
Sin embargo, posteriormente se observó cómo todas las orcas se desplazaron hacia el norte. Masataka Shirayanagi, funcionario de Rausu, informó que, para la mañana del 7 de febrero, cuando se efectuó una nueva inspección del área, las orcas ya no se encontraban en el sitio.
De esta manera, se presume que lograron liberarse del hielo a la deriva, ya que con el paso del tiempo se fueron abriendo más brechas entre los bloques. Los animales lograron sobrevivir sin necesidad de intervención externa, aunque las autoridades ya estaban preparando un plan de rescate.
Seiichiro Tsuchiya, miembro de la organización Wild Pro LLC, dedicada a la conservación de la vida silvestre y la protección de los animales, proporcionó más detalles sobre este grupo de orcas, que según la ONG, alcanzaba los 15 ejemplares.
La preocupación generada entre la población, los conservacionistas y las autoridades, se debe a la similitud con un incidente previo y desafortunado. En 2005, nueve orcas murieron luego de quedar atrapadas en el hielo a la deriva frente a Rausu. La necesidad constante de subir a la superficie para respirar puede ocasionar la muerte de estos animales por agotamiento. No obstante, en esta ocasión, las orcas tuvieron un desenlace feliz gracias a la ruptura de los bloques de hielo el 7 de febrero.
Respecto al hielo a la deriva que persiste en la zona, el observatorio meteorológico local advirtió que los mares aún están plagados de bloques de hielo, lo que podría representar un riesgo para otra manada de la misma especie.
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