Nada claro sobre intento de matar bebés con morfina en Alemania

Una enfermera, detenida como sospechosa, fue liberada sin que se le imputaran cargos, confirma la Fiscalía

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Ulm, Alemania. El misterio aumentó el martes en Alemania alrededor de una tentativa de envenenamiento con morfina de cinco recién nacidos, que se convirtió en un fiasco judicial tras la liberación de la enfermera que había sido acusada.

Los bebés, de entre un día y cinco semanas, sobrevivieron todos a esta intoxicación voluntaria ocurrida el 20 de diciembre en una maternidad de Ulm, en el sur de Alemania. Al parecer, no tendrán secuelas, según el hospital.

La incertidumbre es total sobre el o la culpable y sus motivaciones.

El caso parecía claro la semana pasada cuando la Fiscalía anunció la detención provisional de una joven enfermera de la maternidad tras el descubrimiento en su casillero personal de una jeringa de aplicación oral con leche materna y, según la Policía, morfina.

Pero la joven quedó libre el lunes sin cargos tras haber pasado cuatro días en la cárcel, anunció la Justicia.

“Exhaustivos análisis del contenido de esta jeringuilla no confirmaron las sospechas” de la presencia de morfina, dijo la Fiscalía en un comunicado.

La detención de la enfermera, cuya identidad no se di a conocer, había suscitado una conmoción en Alemania la semana pasada.

Precipitación

La Justicia tuvo que presentar el martes sus excusas a la profesional. “Lo lamento”, afirmó en conferencia de prensa el procurador de Ulm que supervisa la investigación, Christof Lehr.

Ese mea culpa es una tropiezo para la Policía y la Justicia que presentaron de manera prematura a la opinión una presunta culpable.

“Tomando distancia, fue un error”, confesó el jefe de la Policía local, Ralf Michelfelder.

Peor aún: el laboratorio que efectuó el primer análisis descubrió que su propio solvente utilizado en las pruebas era el responsable del error. Estaba contaminado por una ínfima cantidad de morfina.

La enfermera finalmente liberada, y quien clamó su inocencia desde el inicio, queda de todas maneras vinculada con el caso, ya que sigue integrando el grupo de sospechosos, que incluye también a sus cinco colegas que trabajaban de noche en la maternidad cuando ocurrió la tentativa de envenenamiento.

“Hasta ahora, esas seis personas son objeto de un principio de sospecha por su cercanía a los bebés cuando ocurrieron los hechos”, afirmó el portavoz de la Fiscalía de Ulm, Michael Bischofberger.

La Justicia sigue preguntándose sobre la presencia, aún inexplicada, de la jeringa de leche materna en el casillero de la enfermera. “Es extraño”, indicó Bischofberger.

Sin embargo, precisó que la investigación va en “todas las direcciones” y que “ninguna pista está descartada”.

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El 20 de diciembre, los cinco bebés, todos nacidos prematuramente, sufrieron casi al mismo tiempo problemas respiratorios agudos.

Gracias a "la acción inmediata del personal" se salvaron las vidas de los bebés, declaró Lehr.

Tras dejar de lado la pista de una infección bacteriana, el hospital terminó por privilegiar el caso de envenenamiento. Y mucho más, debido a que la investigación mostró que un frasco de morfina salió sin autorización de una caja fuerte de la maternidad y fue utilizado.

La morfina ayuda a calmar los dolores agudos. Además del tratamiento para dolores, la morfina es a veces utilizada en los hospitales para tratar a bebés de madres toxicómanas. Una sobredosis de ese derivado del opio puede provocar una insuficiencia respiratoria mortal.

"Por ahora todo indica que a los bebés prematuros sin defensa se les administró morfina", dijo el procurador.

En los últimos años, Alemania se ha visto sacudida por varios escándalos que han implicado a hospitales.

El más conocido es el de Niels Högel, un exenfermero que sufría un “trastorno narcisista severo”, según los psiquiatras, y fue condenado en junio a cadena perpetua por el asesinato de al menos 85 pacientes en dos hospitales del noroeste de Alemania.