Existen hechos en la realidad que muchas veces superan constantemente a la ficción, como lo que sucedió en Bengala, una región al norte de la India que atraviesa en distintos sectores un crudo nivel de vulnerabilidad. La pareja conformada por Sathi y Jaydev vendió a su hijo de tan solo ocho meses para comprar un teléfono último modelo y cumplir su sueño de ser influencers.
La noticia se dio a conocer este fin de semana, luego de que la Policía encarcelara a la madre y el padre del pequeño, así como también a la mujer que compró al menor. Sin embargo, a poco de ser detenidos, Jaydev logró escapar del cuerpo de seguridad y no se tiene conocimiento sobre su paradero.
Según lo consignado por el medio local Times of India, los padres vendieron al bebé a una vecina del barrio, de nombre Priyanka Ghosh. Esto ocurrió en el distrito North 24 Parganas de Bengala Occidental. Unos días después de la separación del bebé, las personas que vivían en la casa contigua a la de Sathi y Jaydev notaron que ambos salían solos y parecían despreocupados.
Estas actitudes levantaron sospechas entre los habitantes del barrio, especialmente cuando la pareja apareció con un moderno celular que está valorado en 100.000 rupias, equivalente a $1.200 dólares.
Este gasto, para una familia considerada pobre dentro de la comunidad, es algo que a simple vista no se lo podrían permitir. El aparato es considerado de lujo y esto también alertó a los familiares de la pareja, quienes dieron aviso al personal policial del distrito.
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Una vez que la Policía ubicó a la mujer que compró al bebé y la arrestó, junto con los progenitores, Sathi confesó la venta y Priyanka admitió su participación. La justificación que dieron los responsables fue que el dinero recaudado tenía como objetivo comprar un nuevo celular y así convertirse en influencers de viaje. Con el monto obtenido, no solo adquirieron el dispositivo sino que también pagaron el primer boleto para trasladarse a otra ciudad de Bengala donde grabarían su primer video.
Las autoridades comprobaron que la pareja también intentó vender a su otra hija de siete años, con el mismo objetivo de ser influencers y vivir de ello. Aquella idea se volvió muy atractiva para dos personas que no tenían la posibilidad de acceder a un smartphone y ansiaban ser parte de un mundo virtual. Pero más allá de un sueño, lo que cometieron estas dos personas fue un crimen al comercializar a su propio hijo. Por ello, las autoridades locales no dudaron en actuar.
Las tres personas involucradas enfrentan el cargo de tráfico de personas y, si bien las mujeres admitieron haber cometido ese delito, el hombre se dio a la fuga y puso en alerta a toda India para poder hallarlo y someterlo al proceso judicial.
Esta no es la primera vez que ocurre un hecho de estas características. A pesar de la vulnerabilidad de la población en ciertas regiones del país, en 2016, en China, una pareja vendió a su hija de 18 días por un valor de $3.530 dólares, también con el objetivo de adquirir un teléfono último modelo.
Este caso se repitió en Australia, donde una mujer entregó a su hijo poco después de haber nacido por un nuevo modelo de celular.
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