Del éxito al fracaso: Cómo la fortuna de un ganador de lotería inglés se esfumó

Cómo Mark Gardiner reconstruyó su vida tras perder su fortuna de la lotería

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A lo largo de la historia, se han conocido diferentes casos de personas que han ganado millones en la lotería, pero que con el paso de los años y por malas decisiones terminan perdiendo todo.

Esto le sucedió a Mark Gardiner, quien junto a su compañero Paul Maddison, se ganó más de 22 millones de libras esterlinas en 1995 (unos 15 mil millones de colones al tipo de cambio actual), pero ahora ha vuelto a tener un trabajo normal.

En aquel entonces, Gardiner se llevó 11 millones de libras esterlinas (poco más de 7,5 mil millones de colones al tipo de cambio actual) que provocaron un giro de 180 grados en su vida. Pero, más de 20 años después, Mark, de 61 años, está nuevamente en el mundo laboral después de una serie de malas inversiones que lo llevaron a perder prácticamente toda su fortuna.

No obstante, afortunadamente para él, no quedó en la ruina, ya que, a pesar de haber perdido una gran cantidad de dinero, Mark todavía es dueño de un club de fútbol en Hastings, East Sussex, y posee una elegante casa de vacaciones en Barbados. Además, parte de sus ahorros se encuentran invertidos en su empresa Croft Glass, dedicada a la instalación de puertas y ventanas de vidrio, donde tiene que trabajar como cualquier otro empleado, aunque con algunas excepciones. En este lugar, él es el administrador del negocio y también realiza mediciones, encuestas y pedidos.

“Tenía Croft Glass antes de la victoria, así que invertí en él. Tenía 32 años cuando gané y pensé que era demasiado joven para retirarme”, comentó al diario ‘The Sun’. Asimismo, agregó: “Decidí invertir dinero en la empresa. Quería ver si tenía la capacidad, la habilidad y el conocimiento para llevarlo más allá. Era un negocio, pero también era un desafío. Y así es como llegamos a ser lo que somos hoy. Mi secreto para mantenerme normal y cuerdo, y para mantener los pies en la tierra, es que seguí trabajando”.

Sin embargo, no todo es malo, ya que Mark es su propio jefe y puede tomarse un día libre si lo necesita. “No tengo un jefe sobre mi hombro que me diga que tengo que firmar un formulario de vacaciones. Y no me preocupa que si me tomo el día libre no podré pagar los salarios de mi personal”, comentó al mismo medio.

Mark todavía juega a la lotería con los mismos números con los que ganó el premio mayor en 1995, con la esperanza de obtener dinero adicional. Por otro lado, el hombre comentó que su ex amigo Paul es testigo de Jehová en Escocia, pero no mencionó si todavía se comunican.