La implementación del trabajo a distancia, tanto en el sector público como privado, exige un cambio en la forma de ver el espacio destinado a la oficina en la casa.
En el artículo titulado "Teletrabajo liderará la nueva era", el director de Microsoft en Costa Rica, Carlos Flores, señala que esta nueva modalidad es el mecanismo laboral de mayor transición en la actualidad.
"Además, hay que considerar que quienes se están graduando en las universidades, los llamados millennials, serán la mayor fuerza laboral en el 2020. Estos jóvenes han crecido en un mundo totalmente conectado, por lo que su forma de colaborar es muy diferente a la del pasado", comentó.
Debido a este cambio de paradigma, es necesario crear o transformar el área de la vivienda destinada al trabajo en un espacio óptimo para aumentar el rendimiento laboral.
Antes del cambio
Para la diseñadora de interiores Helena Aguilar, de Hellenic Design, como parte de la preparación del espacio, antes de comprar cualquier mobiliario, se debe tener bien claro qué se quiere implementar y qué estilo decorativo se manejará.
"De esa forma, se evitará tener mobiliarios con formas y estilos diferentes, y el espacio interior de la oficina se verá armónico y unificado", sostuvo.
En la oficina, es aconsejable usar muebles multifuncionales, minimalistas y no muy grandes. Hay que cuidar la selección de las sillas, para que no perjudiquen ni la espalda ni los brazos.
La iluminación, un factor importante
Las condiciones del ambiente de trabajo están estrechamente relacionadas con el rendimiento, y la iluminación es uno de los factores clave.
"Se debe procurar un uso pleno de la luz natural que entra por las ventanas, puertas o tragaluces. No obstante, los rayos solares no deben llegar de manera directa sobre la superficie de trabajo, ya que pueden causar deslumbramientos o aumento de la temperatura ambiente", explicó Aguilar.
También se recomienda colocar algunas luces regulables o instalar interruptores para controlar la iluminación y así reducir la oscuridad o el resplandor.
"Las luminarias blancas son ideales para los espacios de trabajo, ya que incrementan la concentración y la productividad. Lo contrario ocurre con las luces de tono amarillento, que crean ambientes cálidos y, por ende, relajan a los trabajadores", aseguró la especialista.