Lesbos, Grecia. Al menos dos personas murieron este domingo en un incendio en un campamento de migrantes superpoblado de Moria, en la isla griega de Lesbos, antes de que estallaran disturbios debido al enojo entre los refugiados.
Un corresponsal de la AFP pudo ver dos cuerpos, uno que fue trasladado a la sede de la ONG Médicos Sin Fronteras y otro en torno al cual lloraban varios allegados.
La agencia de prensa griega ANA, que citó fuentes policiales, también dio cuenta de dos muertos, una mujer y un niño. La mujer fue trasladada al hospital de Lesbos, y el menor fue entregado a las autoridades por los migrantes.
El incendio en el campamento de migrantes, el mayor de Europa, fue sofocado mediante un avión cisterna.
La Policía empleó gases lacrimógenos para intentar recuperar el control de una multitud de refugiados, que expresaban su cólera con las autoridades por su retraso para socorrerlos, informaron los agentes a un corresponsal en el lugar.
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Poco después de las 23 horas locales (2 p. m. hora costarricense) el campamento había recuperado la normalidad, según fuentes policiales.
No obstante, el balance no estaba claro. Un afgano contó que vio dos niños carbonizados y una mujer muerta. “El fuego comenzó en el campamento. Seis o siete contenedores (en los que se alojan los migrantes) estaban en llamas. Llamamos a los bomberos, que llegaron al cabo de 20 minutos. Eso nos irritó”, declaró Feduz, de 15 años.
"Apagar el incendio tomó mucho tiempo. Alrededor de media hora. Ayudamos a la gente que se encontraba en el interior de los contenedores. Encontramos dos niños totalmente carbonizados y una mujer muerta", aseguró.
Según un comunicado de la Policía, los disturbios comenzaron después de que se activaron los dos incendios, el primero de ellos fuera del campo y el segundo en el interior, en un intervalo de 20 minutos. Según varias personas, el fuego se declaró en un pequeño comercio ambulante en el interior del campamento.
El campo de Moria, en el que los migrantes suelen estar alojados en contenedores de transporte que hacen las veces de albergue, acoge alrededor de 13.000 personas, a pesar de que las instalaciones solo tengan capacidad para 3.000.
Grecia acoge actualmente unos 70.000 migrantes, principalmente sirios, que huyeron de su país desde el 2015 y se sometieron a la arriesgada travesía desde las vecinas costas turcas.