Inmigración agita disputa en el Partido Republicano

Candidatos en justa quieren bajar tono a tema para atraer voto hispano

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Washignton. AFP. El Partido Republicano en Estados Unidos da muestras crecientes de una pelea interna en el tema de la migración ilegal de cara a las elecciones legislativas de noviembre en ese país y en las que el voto hispano tendrá un peso influyente.

“Las acciones del gobernador de un estado no son reflejo de un país entero, ni de un partido político en su totalidad”, declaró el lunes el presidente del Comité Nacional republicano, Michael Steele, a la cadena Univisión.

Steele se refería al estado de Arizona y a su gobernadora, Jan Brewer, que aprobó la controvertida ley SB 1070 que criminaliza la inmigración ilegal, y que fue parcialmente revocada por un juez.

La ley SB 1070 es apoyada tanto por la plana mayor del Partido Republicano como por buena parte de sus votantes.

Estrategia. Sin embargo, Steele, un líder discutido dentro del partido, no es el único que ha dado muestras de querer dejar de lado el tema de la inmigración ilegal, por ahora, para evitar daños a la imagen republicana ante la comunidad hispana.

Otras figuras, como Marco Rubio, estrella en ascenso y candidato a senador por Florida, han expresado también su oposición a la ley de Arizona y al tono que ha adquirido el debate dentro del partido.

Los republicanos fueron los grandes protagonistas de las primarias celebradas en cinco estados el martes debido a la presión sin tregua del movimiento populista de derechas, el Tea Party.

En su gran mayoría, los candidatos oficialistas ganaron, como el veterano senador John McCain en Arizona, pero también hubo sorpresas como la victoria del millonario Rick Scott para ser candidato a gobernador por el Partido Republicano en Florida, con todo el aparato del partido en su contra.

McCain tuvo también que pelear duro para ganar su primaria, al punto de tomar una decidida postura antiinmigrante en clara contradicción con su agenda política en el Congreso en los últimos años.

“Creo que la intensidad en torno a la ley de Arizona va a disminuir a medida que nos acercamos a la elección general. Estos candidatos tienen que crear ahora una fórmula ganadora para noviembre, y eso significa no enemistarse con los votantes hispanos”, explicó Ana Navarro, estratega republicana.

Aun así, el debate, lejos de apaciguarse, parece encenderse.

La principal figura republicana para negociar en la actualidad una posible reforma migratoria, Lindsay Graham, senadora por Alabama, propuso que se abriera la discusión sobre la enmienda 14 de la Constitución, que garantiza la nacionalidad estadounidense a quien haya nacido en el país, sin importar su estatus migratorio.

El debate sobre la enmienda 14 parece complicado pues implica modificar de nuevo la Constitución, sin embargo, tiene el objetivo arriesgado de atraer al voto más extremista del ala derecha.

Los republicanos superan con 47% las intenciones de voto sobre los demócratas, con 44%, según un sondeo Gallup del martes.