Iniciativas novedosas, bicicletas y ‘carpooling’

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La promoción de la bicicleta ha sido para gobiernos locales y organizaciones sociales la bandera para desestimular el uso del carro particular, lo mismo que la optimización del servicio público.

Para motivar el transporte en el “caballito de acero”, como se le llama coloquialmente, las alcaldías de algunas ciudades han construido vías exclusivas, pero, a pesar de los esfuerzos, ninguna cubre en su totalidad la ciudad ni cuenta con la infraestructura que garantice la seguridad.

Las organizaciones sociales además de reclamar ciclorrutas tranquilas y confiables, promueven paseos. En el caso de Bogotá, se desarrolla el 'Ciclopaseo de los miércoles' que moviliza a decenas de ciudadanos cada semana en la noche, algo similar a Ciclópolis, en Quito, que busca recuperar con la “bici” el espacio público.

Estas dos capitales, junto a Sao Paulo y México, lograron cerrar grandes vías para darles paso todos los domingos a los ciclistas y los peatones. Entre semana ninguna ciudad ha podido hacer lo mismo.

Quito a pie. El programa de peatonalización en la capital de Ecuador se conoce como “Quito a pie” y logró desde 2001 restringir la circulación de autos en el centro histórico y privilegiar el espacio para 20.000 peatones todos los domingos.

Mientras que en Lima, desde febrero de este año el Concejo de la capital estableció el programa Ciclodía en la avenida Arequipa. La iniciativa permite cerrar 52 cuadras de esta congestionada arteria los domingos para dar paso a los ciclistas, patinadores, skaters y personas discapacitadas. Algo similar a lo que ocurre en Bogotá, que cuenta con 120 kilómetros de vías habilitadas para la gente los días festivos.

En Quito, Lima, Bogotá, Ciudad de México y Santiago de Chile, una vez al año, restringen la circulación de todos los carros particulares para reducir los niveles de ruido y contaminación, una convocatoria que nació en Europa y que ha venido ganando adeptos en América Latina.

Ciudades como San Juan de Puerto Rico han logrado articular el uso de las bicicletas con el sistema de transporte público, de tal manera que los usuarios pueden llevar dentro del tren las ciclas o si van en bus, cargarlas en las parrillas por $2.

El sistema de préstamo de bicicletas también se utiliza en Buenos Aires de manera gratuita y en Ciudad de México se pagan $25 por trayectos ilimitados de 45 minutos durante un año. El municipio de Providencia, en Santiago de Chile, también arrienda bicicletas por $4,25 al mes.

Otras iniciativas novedosas surgen de la misma ciudadanía, como el caso de los estudiantes de la Universidad de Los Andes, en Bogotá, quienes comparten su carro para moverse en la ciudad, una modalidad conocida como carpooling .

Reducir a toda costa la cantidad de vehículos en las vías de la ciudad tiene un incentivo en San José de Costa Rica, pues los autos que se movilizan con cuatro pasajeros a bordo pueden circular los días que tienen restricción.

Los taxis acuáticos, aunque aún no funcionan, serán la solución para descongestionar a San Juan, que piensa aprovechar la vía acuática para despejar la terrestre, otra alternativa que bien podrían copiar más capitales del continente.