Informe revela horrores en Kósovo por tráfico de órganos

Soldados serbios vivían en granjas y recibían buen trato por sus órganos

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Tirana y Madrid. EFE y El País. La autoridades albanesas se ofrecieron ayer a investigar con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) y el Consejo de Europa (CE), la supuesta existencia en el país de una red de tráfico de órganos de prisioneros serbios cuyos horrores precisó un informe realizado por el CE.

A algunos prisioneros serbios, los soldados kosovares de la UCK (Ejército de Liberación de Kósovo), los retenían en granjas, en fábricas vacías de Kósovo o de Albania, en casas apartadas; los trataban medianamente bien: les dejaban dormir, les daban de comer y les permitían descansar precisó ayer el diario español El País.

Después, afirma el rotativo, cuando los médicos de las clínicas estaban preparados y la venta negociada, los soldados trasladaban a los prisioneros al centro de Albania donde les pegaban un tiro en la cabeza. Luego, sus cadáveres eran despojados de los riñones y vendidos en el extranjero.

Esta es una parte del informe realizado por el exmagistrado suizo y actual parlamentario del Consejo de Europa, Dick Marty, divulgado el jueves en París, el cual relata el horror vivido en esta tierra balcánica en 1999 y 2000, en medio de la guerra entre serbios y albano-kosovares, el caos y las bandas mafiosas reorganizadas como grupos militares unidos por clanes.

El informe implica a uno de los cabecillas del UCK, Hashim Thaci, elegido el domingo primer ministro de Kósovo.

A juicio de Marty, Thaci era uno de los dirigentes del denominado grupo de Drenica, bautizado así por el valle en el que se asentaba, que participó en el tráfico de órganos.

“Thaci era considerado por los informes de los servicios secretos de varios países como el más peligroso de los padrinos del hampa”, relata el escrito.

Durante su estancia en Kósovo, Marty se entrevistó con docenas de testigos implicados: soldados, víctimas de actos violentos, familiares de desaparecidos o de muertos, representantes de instituciones judiciales internacionales, fiscales kosovares, policías, miembros de la Cruz Roja.

“En muchos de ellos vi miedo en los ojos”, explicó Marty en rueda de prensa al presentar el texto.

Thaci, por su parte, declaró que todo el informe es “propaganda malintencionada”.

El exlíder guerrillero albano-kosovar negó que participara o liderara el tráfico ilegal de órganos y dijo que verá toda opción legal y política para impugnar “este informe tendencioso”.