Brasilia (AFP). Unos 150 indígenas de la Amazonía brasileña ocupaban el martes la sede de la Fundación Nacional del Indio (Funai) en Brasilia para exigir ser consultados sobre la construcción de la polémica hidroeléctrica Belo Monte y protestar contra eventuales reformas legislativas que aseguran afectarán sus territorios.
Los indígenas llegaron a Brasilia hace una semana, cuando tras ocupar las obras de construcción de la gigantesca hidroeléctrica de Belo Monte, en plena Amazonia, accedieron a viajar a la capital para dialogar con el gobierno.
Descontentos con los resultados de las reuniones, a ultima hora del lunes ocuparon la Funai.
“Lo que queremos es que se respete la Constitución, que deja muy claros los derechos indígenas. El gobierno está creando varios decretos, pasando por encima de nuestros derechos sobre nuestros territorios y construyendo hidroeléctricas. Queremos que nos consulten sobre todos esos proyectos”, dijo a la AFP el líder indígena Valdenir Mundurukú.
“Queremos salir mañana (miércoles), viajar de retorno a nuestras tierras, pero antes tiene que haber compromisos. Estamos aquí en la Funai porque debería ser nuestro organismo, pero no defiende a los indígenas, sino al gobierno”, dijo otro líder, Josias Munduruku.
Con sus pinturas tradicionales, plumas, lanzas y arcos y flechas, los indígenas de las etnias Mundurukú, Arara, Kaiapó y Xipaia llegaron desde el estado amazónico de Pará, en el norte de Brasil, y entre ellos hay familias con hijos.
“Respete nuestro derecho”, versa un gran cartel a las puertas de la Funai. La entrada de los funcionarios al edificio fue bloqueada este martes.
La construcción de Belo Monte, destinada a ser la tercer mayor represa hidroeléctrica del mundo, ha generado fuerte rechazo de las comunidades indígenas de la región, que aseguran que aunque no tiene lugar directamente en sus tierras, afectará su hábitat, y denuncian que no fueron consultados.
Los indígenas también cuestionan iniciativas en estudio en el Congreso y a nivel del Ejecutivo que prevén cambios en el reconocimiento de las tierras aborígenes, y la posibilidad de explotación minera de las mismas.
En Brasil, con una población de 194 millones de habitantes, viven 896.900 indígenas de 305 etnias.
Las tierras indígenas ocupan el 12% del territorio, pero todavía hay muchas áreas pendientes de reconocimiento oficial, especialmente en las áreas de desarrollo agrícola, que fueron ocupadas por colonos y generan fuertes disputas por la tierra.