Humala se anota punto con captura de senderista

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Lima. AP. La captura del camarada Artemio, el último de los líderes ideológicos de Sendero Luminoso que se hallaba en libertad, es visto como un importante logro del gobierno de Ollanta Humala, pero aún existen dudas de si representará el fin de los remanentes senderistas que operan aliados al narcotráfico en el valle del Huallaga.

Artemio, alias de Florindo Flores Hala, de 50 años, fue capturado herido el domingo en una lejana localidad selvática, tras más de dos décadas en la clandestinidad durante las que lideró las facciones remanentes de Sendero Luminoso en el valle del Huallaga, una de las más importantes zonas de producción cocalera en el país.

El ministro de Defensa, Alberto Otárola, destacó que la captura de Artemio fue posible por un trabajo serio dirigido desde hace meses por el presidente Humala, un ex teniente coronel del Ejército que asumió el poder hace siete meses.

En los últimos años, Artemio, al mando de unos 150 rebeldes, había reducido los ataques, en parte por la pérdida de sus principales cuadros, que fueron abatidos o capturados por las fuerzas del orden. No obstante, hacía sentir su presencia al ingresar en los poblados a extorsionar a los pobladores, y protegía las actividades del narcotráfico a cambio de dinero.

Otárola indicó que su captura significaba liberar el valle del Huallaga “del castigo del terror que soportó por varias décadas”. Sin embargo, esto es algo que no comparten plenamente algunos analistas, como Jaime Antezana, para quien la captura de Artemio no es un golpe al terrorismo en sí, sino a una organización que funcionaba como contratista del narcotráfico.