Golpe de Estado en Burkina Faso

Los hechos se presentan un año después de la salida del expresidente Blaise Compaoré del poder

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Uagadugú

Los militares de la guardia presidencial de Burkina Faso, que el miércoles tomaron como rehenes al presidente y a miembros del gobierno, anunciaron este jueves la disolución de las instituciones del país, casi un año después de que fuera derrocado el expresidente Blaise Compaoré.

En octubre de 2014, cientos de miles de burquineses tomaron las calles para echar del poder a Compaoré, que llevaba 27 años al frente del país.

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El jueves por la mañana, casi un año después, asistieron impotentes a la proclamación de un golpe de Estado militar en la televisión nacional.

Los soldados del Regimiento de Seguridad Presidencial (RSP), un cuerpo de élite del ejército y guardia pretoriana del expresidente Compaoré, actualmente exiliado en Costa de Marfil, anunciaron haber "disuelto" las instituciones de la transición y prometieron organizar "elecciones inclusivas".

El general Gilbert Diendéré, exjefe del Estado Mayor del expresidente, se puso al frente de un Consejo Nacional de la Democracia (CND), el nuevo poder implantado por los golpistas, indicó el propio CND el jueves en un comunicado.

Además, los militares anunciaron que se ha instaurado un toque de queda entre las 7 p. m. y las 6 a. m. y que se han cerrado las fronteras terrestres y aéreas del país hasta nueva orden.

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Un poco antes, en un mensaje a la televisión nacional, el lugarteniente Mamadú Bamba, del RSP, anunció la dimisión del gobierno de transición, presidido por Michel Kafando, y del llamado Consejo Nacional de Transición.

"Ha comenzado un gran diálogo para formar un gobierno que se dedicará a la restauración del orden político del país y de la cohesión nacional que conduzca a unas elecciones inclusivas y en calma", agregó Bamba.

El RSP rechaza la ley que prohíbe a los partidarios del expresidente presentarse a las elecciones del 11 de octubre, que deben poner fin a la transición.

La polémica ley electoral prohíbe presentarse a los que apoyaron un "cambio inconstitucional", una referencia a la tentativa de Compaoré, cuando estaba en el poder, de modificar la Constitución para eliminar el límite de mandatos presidenciales.

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El presidente del Consejo Nacional de Transición, Cheriff Sy, denunció en la radio francesa RFI un "golpe de Estado" y pidió a la población "que se movilice inmediatamente".

En las redes sociales, el movimiento "Escoba ciudadana", que lideró las protestas contra el expresidente Compaoré, instó a celebrar una nueva concentración para "decir 'no' al golpe de Estado en curso".

El jueves por la mañana se oyeron disparos en Ugadugú, la capital del país, mientras los militares de la guardia presidencial formaban barricadas alrededor de Ouaga2000, el barrio donde se encuentra el palacio presidencial.

Las calles de la capital estaban casi desiertas, las tiendas y las oficinas administrativas cerradas, mientras que el gran mercado de la capital estaba vacío.

La crisis comenzó el miércoles por la tarde, con la irrupción en el palacio presidencial, en pleno consejo de ministros, de militares del RSP, un cuerpo que cuenta con 1.300 efectivos del ejército.

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Los militares tomaron como rehenes al presidente interino, Michel Kafando, al primer ministro, Isaac Zida, y a varios miembros del gobierno. Según fuentes coincidentes, los militares dejaron salir a las mujeres que forman parte del gobierno.

El golpe provocó la condena unánime de la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión Africana, la Unión Europea y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental reclamaron la liberación de Kafando y de su gabinete.

El presidente francés, François Hollande, condenó por su parte un "golpe de Estado" y exigió la "restauración" de las instituciones.