Buenos Aires. EFE. El Gobierno argentino comenzó ayer a convocar formalmente para el próximo sábado a un multitudinario festejo en Buenos Aires, al cumplirse una década de kirchnerismo, cuya aceptación popular será puesta a prueba nuevamente en las elecciones legislativas de octubre próximo.
La Presidencia argentina comenzó a emitir avisos televisivos, invitando a la celebración, cuyo epicentro será la emblemática plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo argentino, la misma que el 25 de mayo de 2003 fue testigo del inicio de la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007) , quien llegó al poder, con apenas el 22 % de los votos y un país en quebranto económico y social tras la crisis de 2001-2002.
En el principal paseo público de la capital ya se monta desde el viernes un gigantesco escenario, donde, bajo la consigna La década ganada , el sábado habrá conciertos y espectáculos de luces y sonidos.
Aunque el Gobierno no ha revelado aún detalles del programa del festejo, Parrilli pidió que haya una “gran movilización de todos los argentinos que están comprometidos” con el “modelo” kirchnerista y que no quieran que se pierda “lo conseguido en estos 10 años”.
En declaraciones de la Presidencia, Parrilli llamó a dar el “espaldarazo” que la mandataria, esposa y sucesora del fallecido Néstor Kirchner, “necesita para seguir transformando el país” y para una posible candidatura presidencial en 2015, según dirigentes oficialistas.
El festejo coincidirá con la celebración de un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, hecho que en 1810 marcó el inicio del proceso que culminó con la declaración de la Independencia, en 1816.
En este marco, Cristina Fernández asistirá al tradicional tedeum, que este año se celebrará en la basílica de Luján (a 70 kilómetros de Buenos Aires), en un gesto que confirma una nueva etapa del Gobierno con respecto a la Iglesia católica, tras la elección del papa Francisco, luego de años de frías relaciones.
La celebración, que el Gobierno espera sea masiva, será la primera gran concentración pública del oficialismo tras las multitudinarias protestas contra el Ejecutivo, en todo el país, el pasado 18 de abril.
Las protestas en las calles apuntan contra polémicas medidas del Gobierno, como restricciones cambiarias y la reforma judicial, y contra sospechas de corrupción en círculos cercanos al poder.