Gobierno colombiano y las FARC firmarían la paz en marzo de 2016

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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y el jefe máximo de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Timoleón Jiménez (Timochenko), informaron, en conferencia desde La Habana (Cuba), que esperan firmar un acuerdo de paz en marzo de 2016.

"El jefe del secretariado de las FARC y yo hemos acordado que mas tardar en seis meses, seis meses, debe concluir esta negociación y firmarse un acuerdo final" de paz, dijo Santos ante la presencia de Jiménez y el presidente cubano Raúl Castro.

El anucio vino acompañado de un pacto para reparar a las víctimas y someter a juicio a guerrilleros y militares que hayan cometido delitos de guerra.

Los negociadores de ambas delegaciones acordaron la creación de una jurisdicción especial de paz —que contará con salas de justicia y un tribunal para paz— que investigará delitos de lesa humanidad y sancionará a sus responsables.

"El Estado colombiano otorgará la amnistía más amplia posible por delitos políticos y conexos. (...) En todo caso no serán objeto de amnistía o indulto las conductas tipificadas en la legislación nacional que se correspondan con los delitos de lesa humanidad, el genocidio y los graves crímenes de guerra, entre otros delitos graves como la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, la tortura, el desplazamiento forzado, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales y la violencia sexual", señala el texto del acuerdo.

Cuba y Noruega son países "garantes" del proceso de paz, mientras que Chile y Venezuela son "acompañantes".

Ambas partes cerraron, previamente, el tema de reforma rural (mayo 2013), participación política (noviembre de 2013) y drogas ilícitas (mayo 2014). Además, acordaron en marzo de este año, un programa de desminado y en abril la conformación de una Comisión de la Verdad.

50 años de conflicto. Desde principios del siglo XX, Colombia no ha conocido la paz. El inicio del siglo sorprendió a Colombia con una guerra civil entre los partidos liberales y conservadores de la época que culminó con la firma del Tratado de Paz de Neerlandia en 1902, la victoria de los conservadores, cientos de miles de muertos y un país devastado. El país vivió en relativa calma hasta el 9 de abril de 1948 cuando fue asesinado en Bogotá el llamado caudillo del pueblo, Jorge Eliécer Gaitán.

El asesinato del líder popular detonó nuevamente violencia partidista, en el campo especialmente, en una época conocida como "La Violencia" , que aunque no generó la declaratoria de una guerra civil como tal, sí propició la muerte sistemática de unas 300.000 personas a lo largo de casi dos décadas de conflicto irregular y el desplazamiento masivo de unos dos millones de personas en un país que en ese entonces tenía 11 millones de habitantes.

La guerra irregular terminó con un pacto entre los partidos Liberal y Conservador, que acordaron rotarse el poder con el establecimiento de un Frente Nacional.

En este contexto de lucha anticomunista, de movilización campesina y popular en pos de conquistas sociales, y de un sistema político cerrado y poco representativo consolidado con el Frente Nacional, nacieron las FARC en 1964 con los remanentes de las guerrillas liberales de La Violencia y de la mano de un campesino llamado Pedro Antonio Marín, quien se hacía llamar "Manuel Marulanda" y a quien se conocía como " Tirofijo " . El líder guerrillero falleció en la selva de muerte natural en 2008.

Mentalidad de las FARC. Las FARC son una guerrilla marxista integrada en buena medida por campesinos. Cifras del gobierno hablan de unos 6.500 hombres y mujeres en armas, que dicen luchar por el pueblo, por los pobres y por la equidad entre los colombianos. Sin embargo, esos objetivos se han visto desdibujados por sus acciones de las últimas décadas, sobre todo las relacionadas con el narcotráfico y el asesinato y el secuestro de civiles.

Cifras del conflicto. Según cifras oficiales, al menos seis millones de colombianos han sido víctimas del conflicto armado, la mayoría desplazados de los campos del país por la acción de los rebeldes y de las bandas paramilitares que nacieron a finales de la década de 1970 como respuesta a las acciones de las guerrillas. Al menos 220.000 personas fueron asesinadas en Colombia en el marco de este último conflicto armado entre 1958 y 2012, de acuerdo con datos del Centro Nacional de Memoria Histórica. Un informe del mismo organismo estatal da cuenta de que entre 1970 y 2010 casi 40.000 personas fueron secuestradas en el país y que el 33% de esos plagios se les atribuye a las FARC.

Entre 1996 y 2012, las FARC pusieron en jaque a diferentes gobiernos cuando tuvieron la capacidad operativa de desplegar una guerra de posiciones que implicaba la toma de pueblos y zonas del país sin tener que replegarse, como sucedía hasta entonces, ataques sangrientos a bases militares y el secuestro constante de políticos, militares y ciudadanos. Entre los secuestros más notables se encuentran el de la ciudadana colombo francesa Íngrid Betancourt y de tres contratistas estadounidenses.

La dinámica de la guerra cambió con la creación del Plan Colombia, auspiciado por Estados Unidos, que implicó una reorganización de las Fuerzas Armadas colombianas, de la inteligencia militar y de la financiación para la compra de helicópteros, radares, aviones fantasma, sofisticados sistemas de comunicación y munición. Tras ocho años de gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) el estado colombiano logró infiltrar a la guerrilla, dar de baja a sus principales cabecillas, replegarlos a la selva y diezmar sus tropas.

Esfuerzos por la paz. Desde el nacimiento mismo de las guerrillas diversos gobiernos, sin suerte, han querido negociar con ellas. Los esfuerzos más recientes se remontan al gobierno del presidente Belisario Betancur (1982-1986) , quien apostó todo su capital político a la paz con las FARC. De ese proceso de paz nació la Unión Patriótica, un movimiento político de izquierda que en los años 80 y 90 vio caer asesinados a por lo menos 3.000 de sus integrantes y simpatizantes a manos de narco-paramilitares y militares corruptos.

En 1998 el recién posesionado presidente Andrés Pastrana volvió a apostar por la reconciliación y negoció con las FARC durante casi todo su gobierno. De entrada les despejó 42.000 kilómetros cuadrados del territorio nacional para adelantar las negociaciones y otras concesiones. El proceso terminó cuando en febrero de 2002 el grupo guerrillero secuestró un avión en pleno vuelo y se llevó a un senador.

Diezmadas las FARC, en setiembre de 2012 el actual presidente Juan Manuel Santos anunció que su gobierno iba a iniciar un nuevo proceso de paz con esa guerrilla. En octubre siguiente, la mesa de negociación se instaló en Oslo, Noruega, y luego se trasladó definitivamente a La Habana.