Gobierno boliviano dispuesto a revertir concesión para pacificar zona minera

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San José (AFP). El gobierno boliviano está dispuesto a revertir la concesión de explotación a la filial de una minera canadiense para pacificar el área donde el jueves se produjo el deceso de un campesino en el marco de protestas indígenas, confirmaron este domingo fuentes oficiales.

"El señor presidente (Evo Morales) está de acuerdo con la reversión de la mina Mallku Khota", dijo el ministro de Trabajo, David Santalla, a los medios de comunicación, aunque estima "difícil promulgar de manera inmediata un Decreto Supremo de reversión".

Santalla, quien preside la comisión negociadora con los indígenas que piden la expulsión de la filial de South American Silver de Mallku Khota (551 km al suroeste de La Paz), indicó asimismo que el mandatario boliviano podría recibir a los manifestantes para poner fin al conflicto, aunque éstos condicionarían cualquier acercamiento al repliegue de las tropas policiales.

El gobernador de Potosí, donde está la zona conflictiva, había adelantado a la AFP que estaba buscando "una reunión con el presidente para que podamos dialogar en La Paz y encontrar una solución al problema".

El conflicto ha registrado como saldo un campesino muerto y derivó en la toma de rehenes de cinco funcionarios de la minera, una fiscal y un efectivo de la policía.

Tres rehenes lograron escapar el viernes gracias a las estrategias de distracción ejecutadas por las fuerzas policiales y una cuarta fue liberada por los efectivos del orden.

Dos ingenieros de la minera y un policía permanecen en poder de sus captores, y las autoridades han expresado preocupación por sus condiciones de salud demandando su inmediata liberación.

La filial de la minera canadiense tiene desde 2007 la concesión de la mina, donde estima que existen entre 140 y 230 millones de onzas de plata y entre 935 y 1.480 toneladas de indio, este último utilizado como semiconductor y en pantallas de cristal líquido.

Indígenas y trabajadores mineros independientes se disputan el control de la mina para explotarla, lo que provocó choques en los últimos meses.

La empresa tenía previsto invertir 50 millones de dólares hasta 2014 en la fase de exploración de yacimientos de plata e indio.