Futuro líder de Haití hallará gobierno amputado y país devastado

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Puerto Príncipe. AFP Un presidente que gobierna desde una tienda de campaña en los jardines de su palacio en ruinas. Más allá de ese símbolo, el vencedor de las elecciones en Haití va a dirigir un gobierno amputado por el sismo, en un país donde la elevada tasa de desempleo aumentará aún más en el 2010.

Orgullo de los haitianos y símbolo de la independencia del primer estado negro, el Palacio Nacional, inaugurado en 1921, fue parcialmente destruido por el sismo del 12 de enero, que dejó al menos 250.000 muertos. Francia propuso reconstruirlo unos días después de la catástrofe.

Luego, el embajador de Francia, Didier Le Bret, afirmó que “París mantiene aún la mentalidad de contribuir a su reconstrucción, pero que no podría comprometerse en inversiones que serían mal vistas por las poblaciones haitianas y francesas en estos momentos”.

En abril, las excavadoras comenzaron lentamente su demolición. Los servicios de la presidencia fueron realojados en locales prefabricados o en tiendas de campaña.

Además del Palacio Presidencial, la Corte Suprema, el Senado, la Asamblea Nacional y el 90% de los ministerios quedaron destruidos.

Es difícil, en esas condiciones, reconstruir al país más pobre de América, pese a los miles de millones de dólares prometidos por la comunidad internacional, cuya presencia más visible, la de los cascos azules de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es cada vez peor vista. Una parte de la población acusa a los cascos azules de haber introducido el cólera en el país.

Los mismos funcionarios del gobierno tuvieron que pagar un pesado tributo tras el sismo. “Hubo muchos muertos. En un número significativo de casos, no hubo contrataciones para reemplazarlos”, admitió el ministro encargado de las relaciones con el Parlamento, Joseph Jasmin.

“Hemos debido trabajar sin esos funcionarios. Algunos de ellos ocupaban funciones estratégicas y no se ha encontrado reemplazo. El Estado prefirió cerrar esos puestos y hacer funcionar el aparato administrativo apoyándose en las capacidades con que cuenta”, precisó Jasmin.

Atrasos en reconstrucción del país. Mientras tanto, la reconstrucción del país viene atrasada. “El nuevo poder tendrá muchos problemas para utilizar a la administración pública y ponerla al servicio de la población. La administración funciona en tiendas de campaña, no cuenta con cuadros competentes y ha perdido sus expedientes e instrucciones”, reconoció Jasmin.

El presidente podrá apoyarse hasta el 15 de octubre del 2011 en el estado de urgencia que aumenta los poderes del ejecutivo en materia de reconstrucción, de solicitudes y de aprobación de contratos sin convocar a licitaciones.

En cuanto a lo económico, el Producto Interno Bruto (PIB) debería caer un 8,5% en el 2010, en este país donde el 30% de la población está oficialmente desempleada, según datos del Banco Mundial. El costo económico del sismo (destrucción, detención de la producción y desempleo, entre otros) representa el 119% del PIB, de acuerdo con ese organismo.

La única nota positiva se relaciona con el hecho de que el crecimiento debería aumentar en 9,8% en el 2011 y en 8,4% en el 2012 gracias a la reconstrucción, señala el Banco Mundial.

Mil trescientas escuelas han sido destruidas por el sismo y un 58% de los casi 9.000 presos ha aprovechado para escapar de las cárceles. Mientras, los recapturados se encuentran bajo condiciones carcelarias indignas.

En cuanto a los 5.601 detenidos censados al 25 de octubre, las tres cuartas partes (4.217) se encuentran en detención preventiva, algunos desde hace cinco o seis años, denunció la Red Nacional de defensa de los Derechos Humanos.

En este país, que se encuentra en el lugar 146 entre 178 en términos de corrupción, según la organización Transparencia Internacional, el nuevo presidente tendrá al menos una buena noticia, pues Francia devolverá dos cuadros del Palacio Nacional que fueron dañados por el sismo y que expertos franceses están restaurando.

De 18 candidatos, seis favoritos. Los haitianos están convocados a elegir el domingo a su nuevo presidente entre 18 candidatos. Pero según los sondeos, seis de ellos son los que cuentan con mayores posibilidades de suceder al actual mandatario René Préval a partir del 7 de febrero.

- Jude Célestin , protegido del presidente saliente. Sin experiencia política a sus 48 años de dad, este ingeniero de formación es uno de los más jóvenes pretendientes a la presidencia bajo la bandera del partido Unité (Unidad, en español). Licenciado en ingeniería mecánica en Suiza, tuvo éxito durante la campaña que cubrió el país con los afiches de color amarillo y verde del partido en el poder. Este favorito lógico para los comicios era anteriormente desconocido para el gran público. Pero fue su proximidad con el presidente Préval lo que le llevó a escogerlo como su sucesor. Célestin está actualmente al frente del Centro Nacional de Equipamientos, que tiene a su cargo lo esencial de las obras públicas en Haití.

- Mirlande Manigat , exprimera dama apoyada por las mujeres. Ubicada a la cabeza de ciertos sondeos, Mirlande Manigat, de 70 años, fue durante unos meses la primera dama de Haití en 1988, bajo la presidencia de su marido Leslie Manigat, derrocado por un golpe de Estado militar. Diplomada en la Sorbona en Ciencias Políticas, esta docente de carrera se presenta bajo la bandera de la Alianza de los Demócratas Nacionales Progresistas (RNDP), pero cuenta con escasa experiencia política, solo unos pocos meses durante los que ocupó una banca legislativa antes del derrocamiento de su esposo. Cuenta con el apoyo de un grupo de parlamentarios opositores de Préval y goza de la simpatía de las organizaciones feministas, que quieren ver por primera vez a una mujer elegida como presidente del país.

- Michel Martelly , cantante popular admirado por la juventud. A los 49 años, este cantante es más conocido por su apodo de ‘Swett Micky’. Reconocido por sus excesos en escena, se autoproclamó presidente del ‘compas’ (música bailable en Haití). Tras 20 años de carrera, Martelly parece haber tomado el relevo en política de la superestrella del hip-hop Wyclef Jean, descartado de la carrera presidencial por decisión del Consejo electoral. Impulsado por su popularidad entre los jóvenes, el cantante desarrolla una campaña agresiva, acusando a sus principales adversarios de haber contribuido a llevar al país a la crisis. Martelly reclama una nueva generación en el poder. Los sondeos lo ubican entre los tres principales candidatos.

- Jacques-Edouard Alexis , la vieja guardia disidente del clan presidencial. A los 63 años, este universitario ha sido ministro y primer ministro de Préval. Fiel al presidente, fue el responsable de la victoriosa campaña presidencial del 2006. Alexis fue despedido por Préval en abril del 2008 luego de una serie de huelgas de hambre que sacudieron al país. Candidato natural para ser el elegido del partido en el poder, fue finalmente descartado para beneficiar a Jude Célestin, quien representa a la nueva guardia del clan presidencial.

- Charles-Henri Baker , el industrial que quiere ser alternativa de Préval. De 55 años de edad, este hombre enérgico está al frente del partido Respé (Respeto) y se presenta como el único candidato verdaderamente anti-Préval. Este industrial alcanzó el tercer lugar en la última elección presidencial del 2006. Luego de haber dirigido en los años 80 la más grande plantación de tabaco del país, fue vicepresidente de la Asociación de Industrias de Haití. Diplomado en administración de negocios en Estados Unidos, es un apasionado del futbol y del karate.

- Jean-Henry Céant , el unificador de las corrientes políticas. Licenciado en derecho en la Universidad pública de Haití, Céant, de 54 años de edad, es un notario conocido que se presenta como el unificador bajo la bandera del partido Renmen Ayiti (Amar a Haití). Sin experiencia política, Céant condujo su campaña electoral apoyado por una alianza de exseguidores de Duvalier y de partidarios del expresidente Jean Aristide y bajo el lema ‘Tout mounn ladan'l’ (Todo el mundo está incluido).