Estocolmo. AP. El fundador del cibersitio de filtraciones informativas WikiLeaks, Julian Assange, rechazó ayer las acusaciones de abuso sexual en su contra, en declaraciones a un periódico sueco.
Assange sostuvo que nunca ha sostenido relaciones sexuales que no sean consensuales.
Las autoridades suecas emitieron una orden de arresto contra Assange por ser sospechoso de violación, no obstante, la retiraron al poco tiempo.
El australiano, sin embargo, aún es sospechoso de hostigamiento sexual, un delito menor.
Assange, de acuerdo con el rotativo Aftonbladet, culpó a los enemigos de Wikileaks por la acusación en su contra, la que calificó como una sucia estrategia.
Dicho cibersitio enfureció a Estados Unidos y otros gobiernos por difundir secretos oficiales.
“Nos han advertido, por ejemplo, que el Pentágono planea usar trucos sucios para echarnos a perder las cosas”, agregó.
Revelación. El australiano de 39 años y su grupo se alistan para dar a conocer una nueva serie de documentos secretos sobre la guerra que se libra en Afganistán.
El Pentágono dice que la información podía poner en riesgo las vidas de soldados estadounidenses y sus aliados afganos.
A la vez, exigió a WikiLeaks la devolución de todos los documentos y su retiro de la Internet.
En su cibersitio, WikiLeaks pareció insinuar que seguirá adelante pese a las versiones.
“Mientras Assange se concentra en su defensa y en dejar limpio su nombre, WikiLeaks continuará con sus operaciones regulares”, dijo una declaración firmada por el equipo de WikiLeaks.
Assange no tiene domicilio permanente y viaja con frecuencia, alojándose sucesivamente en casas de amistades. A veces desaparece de la vista del público durante meses para reaparecer ante camarógrafos y reporteros.