Frágil estabilidad de Irlanda del Norte amenazada por la sombra del IRA

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Dublín

El asesinato de un antiguo militante del Ejército Republicano Irlandés (IRA) ha despertado el temor a que esta organización siga viva, y amenaza el frágil acuerdo de gobierno en la provincia británica de Irlanda del Norte.

Diecisiete años después de los acuerdos de Viernes Santo, que pusieron fin a tres décadas de violencia sectaria, el asesinato de Kevin McGuigan el 13 de agosto ha sido ampliamente considerado como un ajuste de cuentas dentro de las filas paramilitares.

El asesinato recordó a las ejecuciones ordenadas en otra época por la jerarquía del IRA y llevó a la policía a la conclusión de que una parte de la estructura de esta organización "sigue ampliamente en pie".

La policía precisó que no creía que el IRA "esté involucrado en el terrorismo", sino que se dedica a otras actividades delictivas.

Esta organización de la comunidad católica combatió durante años al gobierno británico para que Irlanda del Norte abandonara el Reino Unido y se sumara a Irlanda, en un conflicto sectario que dejó 3.500 muertos en 30 años.

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Tras los acuerdos de paz, el IRA anunció la inutilización de su arsenal.

Sin embargo, una reciente serie de ataques de tipo paramilitar que culminaron en el asesinato de McGuigan, ha llevado a los partidos unionistas protestantes, leales al Reino Unido, a acusar a su socio de gobierno católico, el Sinn Fein, antiguo brazo político del IRA, de haber mentido sobre su desaparición.

El Partido Unionista del Ulster, segunda formación unionista, decidió el sábado abandonar el ejecutivo regional de unidad, en un contexto de creciente inquietud ante la posible caída del gobierno de coalición.

La salida de esta pequeña formación no supondrá la caída del ejecutivo, pero su decisión ha puesto de manifiesto la fragilidad del reparto de poder que hasta ahora ha contribuido a disminuir las tensiones tras décadas de violencia en la región.

El Partido Democrático del Ulster, la formación unionista más importante, advirtió que también se retiraría del gobierno si el Sinn Fein no abordaba el problema.

El primer ministro de la provincia de Irlanda del Norte, Peter Robinson, se reunirá con el primer ministro británico David Cameron para abordar la crisis.

Pero los expertos consultados coinciden en que la pervivencia del IRA después de años de paz no es ninguna sorpresa.

"Si uno presta atención a lo ocurrido en la última década, no debería sorprenderse", dijo Brian Feeney, director del departamento de historia de la universidad de Saint Mary de Belfast.

Feeney se remitió a la Comisión independiente de seguimiento (CMI, en inglés) de los acuerdos de paz.

"El CMI publicó una serie de informes a partir de 2006 que afirmaban que las estructuras militares del IRA habían sido desmanteladas pero que algunos de sus miembros estaban involucradas en delitos no terroristas", dijo a la AFP.

Michael McDowell, un exministro de Justicia de Irlanda, escribió en el diario Irish Times la semana pasada que Dublín y Londres no insistieron nunca en que el IRA dejara totalmente de existir como condición para los acuerdos de Viernes Santo.

"Los gobiernos consideraron que un reducto inerte del IRA era preferible" a la emergencia de facciones disidentes, explicó.

En lugar de terrorismo, unos miembros del IRA han sido acusado en los últimos años de contrabando de cigarrillos y falsificaciones.

"Sí, individuos que solían estar en el IRA, o estuvieron metidos en la lucha en el pasado, se dedican a delinquir, pero no se nos puede hacer responsables de eso", dijo a la AFP Gerry Kelly, diputado del Sinn Fein en la asamblea norirlandesa.

Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, acusó a los unionistas de estar movidos por "intereses electorales" antes de las elecciones de 2016.

"La guerra ha terminado, el IRA se fue y no volverá", dijo Adams.