Fiesta en Cuba opacada por ausencia de Fidel y sin anuncios de reformas

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Santa Clara. AFP El presidente de Cuba, Raúl Castro, encabezó hoy la mayor fiesta de la revolución, marcada por la ausencia de Fidel Castro, el mandatario venezolano Hugo Chávez y de los anuncios de una apertura económica esperados por los cubanos.

Raúl Castro, en uniforme de general, presenció el acto del 26 de julio en la Plaza Ernesto Che Guevara, en la legendaria Santa Clara, al este de La Habana, sin emitir discurso en esta fecha histórica por primera vez desde que su hermano Fidel le cedió el mando hace cuatro años al caer enfermo.

“Fidel cuya visible recuperación es motivo de profunda alegría para todos los revolucionarios (...) está presente y combatiendo en este día que tanto significa para él y para todos nosotros”, afirmó el número dos de Cuba, José Ramón Machado, al pronunciar el discurso central del acto.

Una intensa actividad pública de Fidel Castro, que cumple 84 años en agosto, alimentó expectativas de una posible asistencia al acto multitudinario, sobre todo luego de que Chávez anunció su participación, cancelada ayer por la crisis entre Colombia y Venezuela.

“Ante las amenazas y provocaciones Venezuela tiene todo el derecho a defenderse y contará siempre con el firme respaldo de todo el pueblo cubano”, señaló Machado, al justificar la ausencia de Chávez.

En su primera salida fuera de La Habana desde que enfermó y sexta aparición pública este mes, Castro vistió el sábado de verde olivo para conmemorar en Artemisa, a 60 km, la efeméride del 26 de julio, 57 aniversario del asalto al Cuartel Moncada, primera acción armada de la revolución que triunfó el 1 de enero de 1959.

Los cubanos aguardaban que Raúl Castro anunciara hoy reformas de peso para enfrentar la crisis económica, como una apertura a la pequeña iniciativa privada, pero ahora deberán esperar al 1 de agosto, cuando presidirá la sesión del parlamento.

En su lugar, el número dos de Cuba, José Ramón Machado, descartó una esperada aceleración de reformas económicas y afirmó que el Gobierno continúa buscando soluciones a los problemas.

“Proseguiremos con sentido de responsabilidad, paso a paso, al ritmo que determinemos nosotros, sin improvisaciones ni precipitaciones para no errar. (...) Actuaremos sin soluciones populistas, demagógicas o engañosas”, dijo Machado.

Los cubanos agobiados por la escasez de alimentos y el alto costo de la vida, pese a la canasta básica subsidiada, la educación y salud gratis, esperan que se les permita montar pequeños negocios, la eliminación de la doble moneda y de restricciones a compra y venta de viviendas y carros, y de salida del país.

“Continuaremos el estudio, el análisis y la toma de las decisiones que conduzcan a superar nuestras deficiencias en todos los órdenes”, señaló el vicepresidente ante unas 90.000 personas que acudieron a la plaza.

El Gobierno enfrenta una fuerte crisis de liquidez, ineficiencia y baja productividad, en una economía 95% controlada por el Estado, afectada por la burocracia, la corrupción, el embargo de Estados Unidos y el efecto de tres huracanes en el 2008.

“Al cubano lo que afecta es la economía. Quisiéramos que Raúl elimine algunas trabas (...). Hay muchas restricciones, pero lo concreto lo tiene que decir él”, dijo Abelardo Escarilla, un cartero de 38 años, que también trabaja en la calles de Santa Clara en su ‘bicitaxi’.

El discurso de Machado no tocó la política internacional cubana, actualmente centrada en la decisión del Raúl Castro de excarcelar a 52 presos políticos, 20 ya emigrados a España, como fruto de un histórico diálogo con la Iglesia Católica.