Fieles cumplen con último rito en La Meca

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Mina, Arabia Saudí. AFP. Más de tres millones de musulmanes de 189 nacionalidades diferentes lapidaron ayer las tres estelas que simbolizan a Satán cerca de La Meca, en un ritual que marca el fin del peregrinaje (hadj) para el que muchas personas ahorran durante toda su vida.

Avanzando en grupos repartidos según su nacionalidad, hombres, mujeres y niños se congregaron en el valle de Mina, cerca de La Meca, en Arabia Saudí, alrededor de las tres estelas, gritando “Alá Akbar” (Dios es el más grande) y tirando piedras contra ellas.

Según cifras oficiales, 3,16 millones de peregrinos, de los cuales más de 2,7 millones proceden del extranjero, cumplen este año con este peregrinaje, que supone la mayor reunión humana.

Sin embargo, otros cientos de miles, llegados sobre todo del interior del reino, cumplen sin permiso y sin estar censados con el peregrinaje, que comenzó el jueves.  Los primeros peregrinos deberían partir hoy y la gran reunión finalizará oficialmente mañana.

Durante el rito de lapidación, que puede durar toda la noche, algunos rezaban en voz alta y otros hacían fotos con sus teléfonos móviles, lo que irritó a las fuerzas de seguridad desplegadas en el lugar para garantizar el desarrollo de este rito dentro de la calma.

“¿Cómo podéis al mismo tiempo lapidar a Satán y hacer fotos?”, repetían los miembros de las fuerzas de seguridad en los megáfonos.

La lapidación de Satán, un ejercicio sumamente peligroso debido a los numerosos peregrinos que convergen hacia el mismo lugar, estuvo marcada en los últimos años por avalanchas mortales.