Fallece Horacio Salgán, sinónimo del tango

Un sinónimo del tango

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Buenos Aires. AP y AFP El pianista, compositor y director de orquesta Horacio Salgán, uno de los grandes referentes del tango en Argentina, falleció este viernes en Buenos Aires.

Salgán había cumplido un siglo de vida el 15 de junio pasado y permanecía internado en una clínica privada de la capital argentina por problemas de salud derivados de su avanzada edad.

Eximio pianista y compositor, el célebre maestro Daniel Barenboim lo homenajeó con un concierto en el Teatro Colón de Buenos Aires a principios de agosto. También su obra fue destacada en el marco del Mundial de Tango, que se inició esta semana en la capital.

Tenía registradas 91 obras, entre ellas el legendario A fuego lento , y otras como Don Agustín Bardi, Grillito y Cortada de San Ignacio.

Según los tanguistas, Salgán amplió la forma tradicional del género musical porteño al agregarle toques de músicos como Béla Bartók y Maurice Ravel, del jazz y la música brasileña.

Ganó numerosos galardones, entre ellos el Premio Konex de Brillante en 2005 como el mejor músico de la década.

Retirado de los escenarios en 2003 solía repetir que se había retirado “de la vida pública, pero no de la música” y volvió a dar un concierto en 2010, en ocasión de los festejos por el Bicentenario de la revolución de Mayo de 1810 que dio lugar a la independencia.

“Cada cosa que hice fue pensando que era lo más importante que estaba haciendo. Fueron unos 75 años de trabajo muy intenso”, dijo en una ocasión.

Comenzó a estudiar piano a los seis años y concluyó el conservatorio a los 13 para iniciarse como pianista en programas de radio. Sus arreglos fueron admirados por músicos como Astor Piazzolla y en el ambiente tanguero se lo definía como el más moderno entre los clásicos.

En 1970 tocó en el Lincoln Center (Nueva York) y dos años más tarde en el Teatro Colón.

En el ocaso de su vida confesó: “Mi máxima ambición, y lo fue desde niño y también lo es hasta hoy, es aprender a tocar el piano lo mejor posible”.