Eurogrupo apoya a Grecia, pero le pide más esfuerzo financiero

Alemania rechaza, por el momento, toda renegociación del plan de ayuda

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Atenas (AFP). El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, manifestó este miércoles su apoyo a Grecia con la condición de que se esfuerce más en sanear sus cuentas, en una entrevista con el primer ministro Antonis Samaras, que abre para los griegos un maratón diplomático con el que buscarán suavizar las medidas de austeridad impuestas a cambio del rescate.

Juncker confirmó que la posibilidad de acordar a Atenas dos años más, hasta 2016, para reducir a cero su déficit, dependerá del informe que deben presentar en setiembre los acreedores institucionales del país (UE, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).

La decisión sobre ese punto "dependerá de las conclusiones de la misión de la troika", que representa a los organismos que acordaron dos planes de rescate con Grecia para evitarle la quiebra, declaró el presidente del foro de ministros de Finanzas de los 17 países del euro tras entrevistarse con Samaras.

Los representantes de esa "troika" evaluarán en su informe el avance de las medidas de rigor adoptadas por Grecia para reducir su déficit. En él incluirán también una auditoría de las cuentas del país.

Para obtener una ampliación del plazo para eliminar su déficit, Atenas invoca el acuerdo suscrito por sus acreedores, en el que se contempla dicha prórroga "en caso de recesión significativamente más profunda de lo esperado".

Atenas prevé para 2012 --quinto año consecutivo de recesión-- una caída del PIB del 7%, mucho más que el 4,5% anticipado.

En su visita a Atenas, Juncker reiteró su oposición a la salida de Grecia de la zona euro, una amenaza recurrente en los últimos meses.

"Estoy totalmente opuesto a una salida de Grecia de la Eurozona. No la ayudaría y crearía grandes riesgos" para los demás países, declaró.

Eso sí, Juncker instó al gobierno griego a hacer más esfuerzos, recordándole que la reducción de su déficit público es la "prioridad número uno".

"Deben hacerse esfuerzos en materia presupuestaria (...) reformas estructurales suplementarias, y privatizaciones", insistió Juncker, destacando que el país sufre una "especie de crisis de credibilidad".

"Ahora, la pelota está en el terreno de los griegos. De hecho, es la última oportunidad y los griegos deben saberlo", remachó.

La entrevista de Juncker y Samaras es la primera etapa de un maratón diplomático que Atenas ha emprendido para obtener más tiempo para aplicar las medidas de rigor impuestas a cambio de los rescates de la UE y el FMI.

Samaras, que quiere garantizar también el pago de los siguientes tramos de ese rescate, se entrevistará el viernes en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, y el sábado en París con el presidente francés, François Hollande.

"Estamos seguros de que se restablecerá la credibilidad del país", dijo el primer ministro griego, quien reafirmó ante Juncker su "determinación" de cumplir los compromisos del país.

"Lo único que queremos es un poco de aire para respirar, para poner de nuevo en marcha la economía y aumentar los ingresos del Estado. Más tiempo no significa automáticamente más dinero", afirmó Samaras en una entrevista publicada el miércoles por el diario alemán Bild.

Pero Alemania rechaza por el momento una renegociación del plan de ayuda y se limitó a repetir las últimas semanas que no decidirá nada antes de la publicación del informe de la "troika" en septiembre.

Durante una visita este miércoles a Moldavia, Merkel confirmó esa posición y descartó la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre los términos del rescate financiero a Grecia en la reunión que mantendrá el viernes con Samaras.

"No habrá una solución el viernes", dijo Merkel. "Esperamos el informe de la troika y entonces decidiremos".

Por el momento, el ejecutivo griego sigue examinando en detalle la forma de economizar 11.500 millones de euros (14.250 millones de dólares) en 2013 y 2014 mediante recortes presupuestarios drásticos y reformas estructurales, que le permitirían recuperar retrasos sufridos en su ajuste presupuestario.

Para la troika, estas medidas de ahorro son una condición previa para desbloquear 31.500 millones de euros en préstamos a Atenas, bloqueados desde hace meses.

La entrega de este tramo no se producirá en todo caso "antes de octubre", afirmó este miércoles Juncker en declaraciones a la cadena RTL Luxemburgo.

Después de dos años y medio de una dura política de austeridad, los sindicatos griegos reaccionaron llamando a una gran manifestación el 8 de septiembre en Tesalónica, en el norte del país, contra unas medidas "injustas e impopulares".