Madrid. AP. Mientras uno de cada cinco trabajadores españoles sigue sin empleo, el Gobierno, los sindicatos y la patronal de empresarios firmaron ayer ante la prensa el llamado Acuerdo Social y Económico, un frente común con el que España pretende consolidar la recuperación económica.
Sin embargo, la esperada foto de la unidad en el Palacio presidencial de La Moncloa, tras meses de arduas negociaciones, se vio empañada por otra mala noticia: el número de desempleados registrados en los servicios públicos de empleo alcanzó en enero los 4,23 millones de personas, evidenciando los problemas de la economía ibérica para superar la recesión.
La tasa de desempleo, anunciada la semana pasada, sigue en el 20,3%, después de un leve descenso en el tercer trimestre de 2010 que resultó ser un espejismo.
La clave del gran pacto suscrito entre el Gobierno socialista y los agentes sociales es la reforma del sistema de pensiones y el retraso progresivo de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años desde 2013.
El acuerdo incluye también un plan de choque de un año de duración para rebajar el alarmante desempleo juvenil que soporta España, superior al 40%.
La medida contempla exenciones fiscales para empresas que ofrezcan contratos a tiempo parcial para jóvenes, una fórmula casi inexistente en España, pero muy habitual en otros países europeos.
Además, sindicatos y patronal acordaron revisar las rígidas fórmulas de negociación de los convenios colectivos.