Madrid. EFE. Personalidades de la política española y miles de ciudadanos despidieron ayer a Santiago Carrillo, el histórico líder comunista fallecido el martes en Madrid a los 97 años .
La capilla ardiente del que fuera secretario general del Partido Comunista de España (PCE) entre 1960 y 1982, instalada en la sede del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) en el centro de la capital de España, recibió ayer la visita de numerosas personalidades y ciudadanos anónimos.
Miembros del Gobierno y de Ejecutivos anteriores, como el expresidente socialista Felipe González, dirigentes de la mayoría de los partidos políticos y representantes de la cultura y de altas instituciones del Estado español visitaron la capilla ardiente.
Junto a ellos, miles de ciudadanos han esperado en fila el turno para despedirse del histórico dirigente comunista, considerado uno de los políticos que ayudaron a fraguar la transición a la democracia tras la dictadura del general Francisco Franco.
“El capitalismo puede llegar a destruir la especie humana”. Una imagen de Carrillo con esta frase preside su capilla ardiente, con el féretro rodeado por banderas, de España, la Comunidad Autónoma de Madrid, la Unión Europea y el Partido Comunista español.
El veterano político fue velado durante toda la jornada por su esposa, Carmen Menéndez, y sus tres hijos: Santiago, Jorge y Pepe.
Su hijo, Santiago, rector de la Universidad Complutense de Madrid, reconoció, en nombre de toda la familia, sentirse abrumado, y agradecido, por las numerosas muestras de cariño y solidaridad presentadas, como el telegrama del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Por la capilla ardiente pasaron, entre otros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y dos ministras.
Sáenz de Santamaría destacó el papel de Carrillo en la transición, como también lo han hecho la mayoría de los políticos que le despidieron ayer.