España intenta calmar mercados y socios con presupuesto austero

Sube impuestos, congela salarios públicos y recorta partidas a ministerios

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Madrid. AFP. El Gobierno español anunció ayer los presupuestos del 2013 con 39.000 millones de euros de ajustes, con la esperanza de aflojar la presión de los mercados y demostrar a sus socios europeos su compromiso con la reducción del déficit en caso de decidirse a pedir un rescate financiero.

En un país sumido en la recesión y con un desempleo de casi el 25%, dos tercios del presupuesto están dedicado al gasto social.

Así, las únicas partidas presupuestarias que tendrán aumento son las pensiones, con un incremento previsto del 1%, y las becas, además de los intereses de una deuda pública que no dejan de crecer por la presión bursátil.

Comprometido con una reducción de su déficit público a 6,3% del PIB en el 2012 y de 4,5% en el 2013, el Gobierno sufre las consecuencias de una falta de confianza, tras el grave desvío presupuestario del 2011: un déficit del 8,9% en lugar del 6% prometido.

Control estricto. Para tranquilizar a los inversores, el plan de reformas aprobado el jueves incluye una “autoridad fiscal independiente, que lo que hará es avalar el estricto cumplimiento de la política presupuestaria”, afirmó el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien admitió que es “una demanda europea”.

Entre las otras 42 medidas aprobadas, figuran continuar con la reforma laboral, no incentivar las jubilaciones anticipadas, adelgazar la Administración Pública y liberalizaciones en sectores como energía o telecomunicaciones. El anuncio encontró buen eco en Bruselas, donde la Comisión Europea lo alabó.

“El amplio plan de reformas presentado por las autoridades españolas es un paso importante en la ampliación y profundización de las reformas estructurales y se suma a los importantes avances realizados hasta el momento”, expresó el vicepresidente de la Comisión Europea, Olli Rehn, en un comunicado.

Los presupuestos prevén una reducción media de 8,9% en el gasto de los ministerios que incluirá la congelación, por tercer año consecutivo, del sueldo de los funcionarios y no reemplazar a los trabajadores públicos que se jubilen.

En la partida de ingresos, se incluye la subida del IVA y de otros tributos, con los que Madrid prevé recaudar 15.000 millones de euros. Otros 7.000 millones deben llegar de recortes en las comunidades autónomas, que gestionan los presupuestos de sanidad y educación.

Tras negarse durante meses a hablar de un rescate, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, expresó, el miércoles a The Wall Street Journal, que si el coste de financiación de España en los mercados se mantuviese “demasiado alto durante demasiado tiempo (...) puedo asegurarle al 100% que pediría ese rescate” global.

Ante las vacilaciones de Madrid a acogerse a ese balón de oxígeno, los mercados volvieron a presionar a España y el interés del bono español a diez años superó nuevamente la barrera simbólica del 6%.

Los mercados están también preocupados por la fragilidad financiera de las regiones españolas, la quinta de las cuales, Castilla-La Mancha, se acogió ayer al fondo de liquidez con una petición de ayuda de 848 millones de euros.