Brasilia. AFP. La jefa del Gabinete ministerial del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, la ministra Erenice Guerra, dimitió ayer entre denuncias de tráfico de influencias justo a dos semanas de las elecciones.
El vocero Marcelo Baumbach leyó una carta enviada por Guerra a Lula, donde le solicitó que acepte su renuncia, presentada “en carácter irrevocable”.
"El presidente decidió aceptar el pedido", dijo Baumbach en el Palacio de Planalto, sin añadir detalle alguno.
En los últimos días se multiplicaron denuncias (que se investigan judicialmente) relacionadas con la actividad empresarial de Israel Guerra, hijo de Erenice.
Presuntamente asociado con allegados a su madre, Israel Guerra habría negociado préstamos para empresas privadas a tasas privilegiadas, explotando su parentesco con la funcionaria.
La renuncia Guerra ocurre a dos semanas de las elecciones presidenciales del 3 de octubre, para las cuales aparece como favorita la exministra de Lula, Dilma Rousseff.
Precisamente Rousseff ocupaba el cargo de jefa de gabinete cuando Guerra era la secretaria ejecutiva de esa cartera.
Ficha clave. La confianza de Rousseff en su colaboradora llevó a que a la salida de la actual candidata oficialista del puesto (para dedicarse a su campaña), Guerra ocupara su cargo que conlleva el manejo de importantes programas de infraestructura y coordinación del gabinete ministerial del Presidente.
“Me cabe, de ahora en adelante, la misión de luchar para que la verdad de los hechos sea restablecida”, dijo Guerra en su renuncia.
“Ni para el peor de mis enemigos deseo que pase por una campaña de descalificación como la que se desencadenó contra mí y mi familia. Las pasiones electorales no pueden justificar esto”, se quejó la Ministra saliente.
Desde el inicio de las denuncias, el propio Lula pidió al ministro de Justicia, Luiz Paulo Barreto, que movilizara de inmediato a la Policía Federal para iniciar investigaciones, situar el caso en el plano judicial y evitar que contaminase la campaña electoral.
Sin embargo, una nota oficial firmada por Erenice Guerra el martes, donde sugería que en el origen de la campaña en su contra estaban allegados al aspirante presidencial opositor José Serra, puso la discusión en términos que el Gobierno consideró inadecuados.
“El único objetivo de las denuncias crear en forma artificial un clima de escándalo” que afecte al Gobierno y a Rousseff afirma Guerra.
Ayer, Sergio Guerra, presidente del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña, había pedido la salida inmediata de la jefa de gabinete por la gravedad de las denuncias en su contra divulgadas por la prensa brasileña.
A primera hora de ayer, Erenice Guerra mantuvo una reunión con el ministro de Comunicación Social, Franklin Martins, y posteriormente tuvo un breve encuentro con Lula en el palacio de gobierno.