Escándalo en Sudáfrica por asesinato de taxista

Autoridades detienen a ocho policías y anuncian pronta investigación

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Pretoria. AFP. Las imágenes captadas de la Policía esposando a un taxista de origen mozambiqueño a un camión policial, y luego arrastrándolo ante la mirada de la muchedumbre, ha causado indignación en Sudáfrica y ha obligado a las autoridades a reaccionar.

Ocho agentes presuntamente involucrados en la muerte del taxista Mido Macia, de 27 años, que habría estacionado mal, fueron detenidos y el comandante local destituido, anunció ayer la directora de la Policía de Sudáfrica.

La general Riah Phiyega declaró ayer que comparte “la extrema conmoción e indignación” por el abuso al inmigrante mozambiqueño por parte de policías, y respalda la investigación del organismo de la Policía que se encarga de supervisar su funcionamiento. Los derechos fueron “violados de la forma más extrema”, agregó Phiyega.

“Los ocho policías fueron detenidos en locales de la Comisaría de Benoni”, en las afueras de Johannesburgo, afirmó un portavoz de la Dirección de Investigación Independiente de la Policía de Sudáfrica (IPID, por sus siglas en inglés).

La detención y maltrato, ocurridos el martes pasado, fueron grabados en video por miembros de un horrorizado grupo de testigos.

“Es un caso totalmente terrorífico”, declaró en Ginebra el portavoz del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Rupert Colville. “Es necesaria una rápida investigación”, añadió.

El joven, quien había emigrado a Sudáfrica a los 10 años de edad, fue hallado muerto en una celda de la comisaría dos horas después del incidente. La autopsia reveló que habría fallecido debido a un traumatismo craneano y a una hemorragia interna. Las heridas pudieron haber sido causadas debido a que fue arrastrado por el vehículo o por haber sido golpeado más tarde bajo custodia policial.

En 2010 y 2011, cerca de 800 personas murieron en detención o a manos de la Policía, según la autoridad de control de la institución. En 2011, la muerte de un manifestante con el torso desnudo y desarmado, Andries Tatane, mortalmente golpeado ante las cámaras de televisión, ya había conmocionado a todo el país.