¿Es el movimiento Tea Party el nuevo Partido Republicano?

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Washington (AP). El movimiento Tea Party, una red de activistas libertarios y conservadores, mostró su poder en las urnas con su mayor logro en lo que va del año electoral: la derrota de la senadora Lisa Murkowski a manos del novato Joe Miller en la elección interna del Partido Republicano en Alaska.

Miller se convirtió en el quinto candidato insurgente apoyado por el Tea Party que ganó una interna senatorial de los republicanos, una racha que pocos veían venir.

El Tea Party y los votantes que se identifican con su plataforma contra los impuestos y el gasto público demostraron que, al menos dentro del Partido Republicano, la democracia está viva: si no le gusta quien lo representa, usted puede despedirlo y elegir a alguien distinto.

Al desbancar a legisladores y ganar candidaturas a escaños vacantes, la coalición obliga ahora al partido a recalcular su estrategia de campaña y su plataforma. En lugar de prometer fondos federales a los estados, los candidatos deberán concentrarse en la disciplina fiscal.

Pocos minutos después de que Murkowski reconociera su derrota la noche del martes, el senador republicano Jim DeMint fue uno de los primeros republicanos conservadores que salió a elogiar a Miller.

Logró la victoria sorpresa del año porque basó su campaña en sus principios y porque los habitantes de Alaska, como todos los estadounidenses, quieren detener el gasto masivo, los rescates y la deuda que están mandando a la quiebra a nuestro país, dijo DeMint.

Murkowski fue la primera senadora republicana en funciones que perdió la posibilidad de buscar la reelección frente a un rival interno apoyado por el Tea Party. Pero el senador por Utah Bob Bennett también perdió su banca, cuando los activistas apoyaron a otro candidato en la convención estatal del partido.

Y otros tres favoritos del Tea Party -Rand Paul en Kentucky, Sharron Angle en Nevada y Ken Buck en Colorado- vencieron a candidatos apoyados por el partido en campañas en que el senador en funciones no se presentó.

Ahora, el movimiento buscará influir la interna republicana en Delaware, el 14 de setiembre, donde tratará de vencer al candidato de los líderes nacionales del partido, el representante Mike Castle.

Próximo paso: Christine ODonnell al Senado federal por Delaware, dijo Amy Kremer, presidenta de la organización Tea Party Express, que asegura haber gastado unos 600.000 dólares para ayudar a Miller en las últimas semanas de la campaña en Alaska y promete gastar unos 250.000 dólares en Delaware.

Después, la coalición deberá demostrar que su poder alcanza para derrotar a los demócratas en las elecciones generales del 2 de noviembre. Esto no será tan difícil en un año en que el gobierno demócrata es poco popular en muchos lugares.

Mientras se espera que Miller y Lee lleguen al Senado -ya que Alaska y Utah son bastiones conservadores-, son menos seguros los posibles triunfos de Paul, Buck y Angle. Esta, de ganar, se llevaría el premio mayor, ya que le quitaría el puesto al presidente del Senado, el demócrata Harry Reid.