Quito. AFP. El volcán Tungurahua, en el centro de Ecuador, registró ayer una de sus mayores erupciones, la cual obligó a evacuar pueblos vecinos y a desviar vuelos, aunque su actividad descendió horas después, según autoridades.
El volcán, que incrementó el proceso eruptivo que registra desde 1999, produjo una explosión grande que arrojó material incandescente y ceniza, sin que se reportaran víctimas, señaló el Instituto Geofísico (IG) de Quito.
Sin embargo, la actividad descendió hacia la tarde y era poco probable que continúe la emisión de gases, ceniza y rocas dijo el director del IG, Hugo Yépez.
“No se puede ver el volcán (por la nubosidad), pero este descenso en la actividad sísmica indica también que hay menos emisiones de material piroclástico”, agregó.
“Los flujos que ocurrieron en la mañana en la parte más violenta tienen muy poca posibilidad de volver a ocurrir”, precisó Yépez.
El mayor pico de actividad volcánica fue en agosto del 2006, con saldo de seis muertos y 700 casas e infraestructura dañadas. En otras ocasiones, el Tungurahua, de 5.029 metros de altura y a 135 km al sur de Quito, hizo violentas erupciones que obligaron a la alerta roja.
Tras el evento de ayer, hubo evacuaciones en siete poblados vecinos, confirmó Defensa Civil, que apoya el operativo junto a Bomberos, Cruz Roja y Policía.
La nube de ceniza llegó hasta Guayaquil, la segunda ciudad de Ecuador, lo que obligó a desviar algunos vuelos hacia el Pacífico, según Nicolás Romero, gerente del aeropuerto local.
En las faldas de la montaña se sitúa la ciudad turística de Baños, de 15.000 habitantes, que en 1999 fueron evacuados a la fuerza y regresaron a sus casas después de transcurridos varios meses.
Según Yépez, la nube de cenizas alcanzó una altura de 10 kilómetros sobre el cráter del macizo, el techo máximo de las rutas aéreas, incluso internacionales, explicó el especialista.