Enorme fuego pone en jaque segunda urbe de Colorado

Las llamas eran tan grandes que impedían a autoridades poder evaluar los daños

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Colorado Springs, EE. UU. AP. El calor y las llamas de un gran incendio que amenazaba la segunda ciudad de Colorado, eran demasiado intensos ayer por la mañana para que las autoridades evaluaran los daños que causó durante la noche.

No se sabe todavía cuántas casas han sido destruidas por el incendio que ha obligado a evacuar a más de 32.000 residentes, dijo el director de Emergencias de Colorado Springs, Brett Waters. Entre los auxiliados el martes por la noche estaban los residentes en la Academia de la Fuerza Aérea.

Se anticipaban tormentas cerca del lugar para las próximas horas, pero el comandante Rich Harvey manifestó que podían desencadenar vientos imprevisibles, perjudiciales para los esfuerzos de los bomberos que trabajan cerca de la ciudad, de 419.000 habitantes.

Harvey dijo que el incendio estaba contenido apenas en un 5%.

Durante días, los bomberos han laborado bajo un intenso calor, en medio de incendios provocados por una prolongada sequía. La mayor parte del territorio de Utah, Colorado, Wyoming y Montana estaban en alerta roja, lo que significa peligro extremo.

La nación está experimentando una ola de intenso calor, además de una tendencia al calentamiento de décadas, dijo Derek Arndt, titular de Control Climático en el Centro Nacional de Datos Climáticos en Asheville, Carolina del Norte.

En otro sector de Colorado, el incendio de High Park había destruido 257 viviendas, informaron las autoridades. Ese siniestro fue ocasionado por relámpagos.

Llamas incontenibles. El incendio de Colorado Springs desbordó el perímetro fijado por los bomberos en las colinas, obligó a evacuar de urgencia a más de 32.000 residentes, incluso la Academia de la Fuerza Aérea, y destruyó un número no precisado de viviendas.

El área del incendio se duplicó durante la noche del martes a 62 kilómetros cuadrados, precisó ayer el jefe de prensa de los bomberos, Rob Dyerberg. Agregó que las llamas destruyeron casas, pero que por el momento no se sabe cuántas.

Un humo espeso y una cortina de cenizas se desprendían de las laderas de las colinas al oeste de la ciudad. Las llamas amarillo brillante y naranja iluminaban la noche, a menudo señalando la pérdida de otra vivienda ante el avance del incendio de Waldo Canyon, pese al empeño de los bomberos.

La carretera interestatal 25, que atraviesa Colorado Springs, fue cerrada brevemente el martes.

“Fue como ver la peor película que se pudiera imaginar”, comentó el gobernador John Hickenlooper al sobrevolar el martes por la noche el incendio. “Parece surrealista. Nunca vi nada igual”.

La Academia de la Fuerza Aérea dispuso que sus más de 2.100 residentes evacuaran 600 viviendas.

Una cortina de llamas y humo pendía sobre el estadio Falcon de la Academia y la capilla construida en acero y cristal.