Pekín (EFE). La empresa taiwanesa Foxconn, fabricante de aparatos como el iPad y el iPhone y envuelta en una oleada de suicidios que ha dejado una decena de muertos entre sus empleados, abrirá una nueva planta en China para 300.000 trabajadores.
Según informa hoy la agencia oficial de noticias Xinhua, la planta de Foxconn estará situada en Zhengzhou, capital de la provincia central china de Henan.
El portavoz del gobierno municipal señaló que las autoridades locales están ultimando los detalles de la nueva planta de la multinacional taiwanesa, que cubrirá una superficie de 133 hectáreas.
Los primeros 100.000 empleados serán seleccionados cuando la planta esté funcionando, y sus condiciones serán mejores que las de otras plantas de Foxconn en las que se registraron los suicidios en los últimos meses.
Los empleados de Henan cobrarán entre 2.500 y 3.000 yuanes (hasta 360 euros o 440 dólares mensuales), igualando el nivel de los salarios de la planta de Shenzhen (Cantón) después de los suicidios, que en China y otros países asiáticos se practican a menudo como forma de protesta social.
La mayoría de los empleados que se suicidaron lo hicieron saltando desde la fábrica y los edificios de dormitorios del complejo industrial de Foxconn en Shenzhen, que acoge a casi medio millón de trabajadores, entre julio de 2009 y mayo de 2010.
A raíz de estos sucesos, Foxconn decidió incrementar los salarios desde 900 yuanes mensuales (132 dólares, 108 euros) hasta 1.200 (177 dólares, 145 euros), y la cifra se incrementará hasta 2.000 yuanes a partir del 1 de octubre.
Las críticas se cernieron sobre Foxconn a raíz de estos suicidios que desvelaron las duras condiciones de trabajo en sus instalaciones.
El caso de Foxconn coincide con otra oleada de huelgas de obreros inusuales en China que han afectado a las plantas que compañías automovilísticas como Toyota y Honda tienen en el país asiático, que ha basado su rápido desarrollo económico en la mano de obra barata de una masa de 200 millones de obreros rurales.